El líder de la extrema derecha húngara, primer ministro y actual presidente del Consejo de la Unión Europea (UE), Viktor Orbán, ha aterrizado este lunes en Pekín en una visita sorprendida al presidente chino, Xi Jinping. Este encuentro llega poco después de su reunión con el líder ruso Vladímir Putin, la cual incomodó en la UE. Orbán ha sostenido que su viaje es una "misión de paz 3.0". "China es una potencia clave para crear las condiciones de paz", ha sentenciado.

Por su parte, Xi se ha alineado con Orbán y ha declarado que hace falta "crear las condiciones para un diálogo directo entre Rusia y Ucrania y proporcionar ayuda". El líder chino ha agradecido a Orbán sus "esfuerzos por encontrar una solución política a la 'crisis' en Ucrania" y ha asegurado que Pekín y Budapest "comparten las mismas ideas básicas" y que trabajan "en una misma dirección". De hecho, los dos países se han acercado públicamente a las posturas de Moscú desde el inicio del conflicto.

No solo China ha alabado los esfuerzos de Orbán, también lo ha hecho Moscú. "Valoramos altamente estos esfuerzos y el presidente Putin también ha hecho la misma valoración de los esfuerzos del señor Orbán", ha declarado el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.

 

La advertencia de Josep Borrell

Los líderes europeos ya se desmarcaron de la visita de Orbán en Rusia, ya que no fue coordinada a escala comunitaria, como tampoco la visita a Pekín ni ninguna misión de paz, razón por la cual, destacan, el jefe del Ejecutivo húngaro no cuenta con un mandato para negociar en nombre de la UE.

El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, recordó, en un comunicado, que el hecho de que Budapest ostente la presidencia rotatoria "no implica ninguna representación exterior de la Unión". También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, así como la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, a quien los líderes de la UE escogieron como la futura jefa de la diplomacia europea en sustitución de Borrell, han criticado el viaje de Orbán a Moscú.

Orbán es el líder europeo más próximo al Kremlin, ya antes de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Desde entonces, Orbán no ha tirado hacia atrás con su proximidad con Vladímir Putin. Una posición que no ha cambiado después de que estallara la invasión.

Ataques a Kyiv

Si bien el Kremlin celebra los movimientos por la paz de Orbán. En las últimas horas, Rusia ha atacado Kyiv. Al menos siete personas han muerto y 11 más han resultado heridas en el ataque ruso contra la capital ucraniana. Este lunes, en qué también ha sido dañado un hospital infantil. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha apuntado a través de Telegram que el hospital infantil Ojmadit de Kyiv "es uno de los más importantes no solo de Ucrania, sino también de Europa".