La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, viajará este domingo a Lampedusa, tal como le pidió ayer por escrito la primera ministra italiana, Georgia Meloni, ante la crisis migratoria que se ha acentuado esta semana en la isla. Después de la llegada de más de 10.000 migrantes a la isla italiana de Lampedusa —que tiene una población de unos 6.000 habitantes—, la más próxima al África, en solo tres días, Meloni escribió ayer una carta a la presidenta de la Comisión, pidiéndole que visitara la zona "para comprender personalmente la gravedad de la situación". La llegada de migrantes a la isla ha descendido en las últimas horas, pero hay todavía al menos 2.500 personas que están esperando el traslado a centros de acogida.
Meloni, ultraderechista y líder del partido Fratelli d'Italia, ha pedido también que se acelere la aplicación del acuerdo migratorio que Bruselas firmó con Túnez el mes de julio pasado y que incluía una ayuda de más de 1.000 millones de euros para "garantizar la estabilidad financiera del país norteafricano" y cooperar en materia migratoria "contra el tráfico de personas", medida que los críticos señalaron como un pago de la UE a cambio de un control estricto de fronteras por parte de Túnez para evitar el paso de migrantes hacia Europa a través del Mediterráneo.
Italia, estricta
Meloni anunció ayer un paquete de medidas para disuadir en los migrantes que traten de llegar de manera irregular en Italia, entre ellas, la de ampliar hasta los 18 meses, el máximo que permite la ley, el periodo de internamiento en los centros de detención de las personas que esperan la repatriación. Con las cifras en constante evolución, desde principio de año han desembarcado a Italia 127.207 inmigrantes, casi el doble que los 66.237 del mismo periodo del 2022 y el triple que los de 2021 (42.750), según datos del Ministerio del Interior actualizados ayer.
El ministro del Interior de Italia, Matteo Piantedosi, pidió este jueves en la Unión Europea (UE) que medie para "potenciar" las repatriaciones de inmigrantes desde Túnez. Piantedosi mantuvo una conversación telefónica con la comisaria europea para Asuntos interiores, Ylva Johannson, y le subrayó "la necesidad de potenciar las repatriaciones desde Túnez (de los inmigrantes) hacia sus países de origen". "Hemos compartido la necesidad de desarrollar una nueva estrategia operativa europea contra los traficantes de seres humanos", declaró en un comunicado el ministro italiano. El objetivo de Roma es frenar las salidas de pateras desde las descontroladas costas de Libia y Túnez.
Las autoridades locales proclaman el estado de emergencia
Ante la ola migratoria de los últimos días, el Ayuntamiento de Lampedusa ha proclamado el estado de emergencia para exigir ayuda al Gobierno nacional de Georgia Meloni, que llegó al poder prometiendo una mejor gestión migratoria, que se atraviesa un momento muy enrevesado. "Hoy el Ayuntamiento ha declarado el estado de emergencia. Hemos reclamado lo que pedimos desde hace meses, que se trate de proteger la isla con naves, ayuda y apoyo para una isla que en estos meses ha estado en fuerte estrés", explicó a los medios el alcalde, Filippo Mannino, este jueves.
Más de 10.000 migrantes en 72 horas
La llegada de casi 10.000 personas en 72 horas ha provocado grandes aglomeraciones de migrantes en el muelle de Favaloro, que después de largas horas de espera reclamaban alojamiento y han sido contenidas por un cordón de agentes de la policía fronteriza italiana, entre forcejeos y momentos de tensión. El récord se dio el martes, con la llegada de 5.112 migrantes en 110 embarcaciones. Cuando los inmigrantes llegan a la isla son llevados a su único centro de acogida primario, casi siempre en condiciones más que precarias y en situación de hacinamiento, por lo que las autoridades buscan acelerar los traslados. Durante los últimos días, muchos de los migrantes, entre ellos al menos 257 menores no acompañados, han sido trasladados a localidades sicilianas como Trapani, Porto Empedocle, Augusta y Catania.
El ultraderechista Salvini aprovecha
Aprovechando la ola migratoria que desborda Lampedusa, el también ultraderechista Matteo Salvini, líder de la Lega y vicepresidente del gobierno de Meloni, ha aprovechado para extender su discurso antiinmigración. Salvini ha señalado que lo que pasa en la isla italiana es "el fracaso de Europa", en la cual reprocha que es "inexistente, lejana y cómplice" para "abandonar a los países para afrontar los problemas". Salvini también ha afirmado que "cuando llegan 120 barcos no es un episodio espontáneo, sino una acción de guerra" y que el asunto tendrá que ser tratado en profundidad dentro del Gobierno. "Estoy convencido de que detrás de este éxodo hay una dirección. Lo trataremos dentro del gobierno italiano porque no podemos volver a asistir a escenas como estas", ha concluido.