La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro holandés, Mark Rutte, han acompañado a la primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, a conseguir un acuerdo migratorio con Túnez, el principal punto de llegada de migrantes hacia Italia. Después de una reunión con el presidente tunecino, Kais Saied, la Unión Europea (UE) ha ofrecido hoy en Túnez un paquete de ayudas económicas para garantizar la estabilidad financiera del país norteafricano y han llegado a un nuevo acuerdo de cooperación en materia migratoria contra el tráfico de personas. El presidente de Túnez, Kais Saied, por su parte, ha afirmado que "rechaza" que su país sea "policía de las fronteras ajenas".
Von der Leyen ha anunciado una dotación de 100 millones de euros para rescate en el Mediterráneo y retorno de los migrantes. Según ha declarado la presidenta de la Comisión Europea en Túnez este domingo, "todos tenemos un amplio interés en romper el cínico modelo de negocio de contrabando y traficantes, que deliberadamente ponen en riesgo las vidas humanas por beneficios, y trabajaremos en uno operación asociativa antitráfico".
La migración, cuestión primordial para Italia y Países Bajos
Rutte considera que la cuestión migratoria es uno "los asuntos más importantes" que afrontar y Meloni anunció la próxima organización de un foro internacional en Roma con los países afectados delante del repunte en el Mediterráneo Central, con más de 51.000 personas que han llegado en lo que va de año en Europa por mar, principalmente desde Túnez y Libia. "Como aparte de nuestro trabajo conjunto sobre migración, la lucha contra la migración irregular hasta y desde Túnez y la prevención de la pérdida de vidas en el mar es una prioridad común, incluida la lucha contra los contrabandistas y los traficantes de personas, el fortalecimiento de la gestión fronteriza, el registro y la devolución de acuerdo con el respeto de los derechos humanos," han indicado los dos dirigentes europeos en un comunicado conjunto.
Lluvia de millones de la UE
Von der Leyen, acompañada de los primeros ministros de Países Bajos e Italia, Mark Rutte y Giorgia Meloni, ha ofrecido en Túnez un total de cinco pilares de financiación europea en el sector de la digitalización, la energía, la migración, el intercambio humano y el desarrollo. El pilar de desarrollo contempla la mayor financiación de la UE hacia Túnez: de 900 millones de euros, más 150 millones en apoyo presupuestario, pero condicionado al préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que el presidente, Kais Said, no ha ratificado todavía, ya que se ha opuesto al paquete de reformas que comporta. La responsable europea también ha anunciado una inversión de 150 millones en el proyecto Medusa, un cable submarino de fibra óptica que une las dos orillas del Mediterráneo, y financiación para renovar conexiones energéticas y trabajar con Túnez como un productor de energía limpia que pueda exportar a Europa.
Según ha afirmado la presidenta de la Comisión Europea, "con Túnez compartimos mucho más que proximidad geográfica, compartimos historia. Desde 2011, la UE ha estado apoyando a Túnez en su viaje a la democracia. Es un largo y a veces difícil camino, pero sus dificultades pueden superarse". Von der Leyen también ha instado a estrechar las relaciones ante la "incertidumbre global".
Túnez no quiere ser "policía de las fronteras ajenas"
El presidente de Túnez, Kais Saied, ha afirmado este domingo antes de la reunión con las autoridades europeas que "rechaza" que su país se convierta en "policía de las fronteras ajenas". También ha declarado que está a favor de una "solución humanista en un marco colectivo que preserve la dignidad humana y donde todos cumplan las leyes del Estado", en declaraciones al el portal Kapitalis, que ha recogido Europa Press. Saied también ha criticado a los "pseudodefensores de los derechos humanos" que "siguen molestando con sus lecciones morales" al proponer el aperturismo seguro de las rutas migratorias. "Cuando se trata de proteger sus países, se apresuran a exigir el cumplimiento de la ley; cuándo nos exigen a nosotros, los de la orilla sur, el tono cambia y las peticiones ya no son las mismas", ha afirmado Saied.
En deriva autoritaria
Además de la profunda crisis financiera que vive Túnez, las detenciones de opositores políticos al presidente tunecino, que se hizo con plenos poderes en 2021, han animado a las críticas de organizaciones de derechos humanos por la deriva autoritaria del país norteafricano. Las declaraciones de Said de febrero, tildadas de "racistas" contra la población subsahariana, a quien acusó de formar parte de un complot para cambiar la identidad "arabo-musulmana", han contribuido también a las salidas por mar en el Mediterráneo, según las ONG que alertan sobre que Túnez se ha convertido en un "país no seguro" para esta comunidad.