Esta semana ha sido clave para el presidente ruso, Vladímir Putin, que ha recibido en Moscú a su homólogo chino, Xi Jinping. Reuniones informales y formales, acompañadas de comidas con seis platos, brindis, firma de unos cuantos acuerdos comerciales y guerra de Ucrania sobre la mesa. China tenía, sin quererlo reconocer demasiado, sobre los hombros convencer en el Kremlin de poner punto final al conflicto con Ucrania. Después de la segunda reunión entre los dos líderes, celebrada este martes en Moscú, Putin habría destacado que el plan de paz presentado por China podría servir de base para el arreglo del conflicto en Ucrania. Putin y Xi han firmado varios documentos en el Kremlin y han afirmado que muchos de los puntos incluidos en el plan de paz chino están alineados con la postura rusa. Los dos países siguen acercando posturas y parece que la alianza entre las dos potencias se habría visto reforzada con este viaje.

China y Putin: vínculos reforzados

China y Rusia tienen una relación próxima y sólida que se basa en una serie de factores históricos, políticos, económicos y estratégicos que van más allá de la guerra de Ucrania. Y es que, tal como destaca el portal El Orden Mundial, China no se puede permitir ver cómo Rusia pierde la guerra en Ucrania. Históricamente, Rusia y China han compartido una larga frontera común y han tenido contactos comerciales y culturales desde hace siglos, se puede ver en el The World Factbook de la CIA. 

Diferentes publicaciones recogen que, políticamente, queda patente que Rusia y China comparten una visión similar del orden mundial, ya que los dos han criticado la hegemonía de los Estados Unidos y apuestan por un sistema internacional más equitativo y multipolar, según su criterio. Tal y como recogen varios medios estadounidenses, como la NBC, después de las reuniones de esta semana, no hay dudas. Por otro lado, económicamente, ambos países han aumentado el comercio y la inversión mutua en los últimos años, especialmente desde el inicio la guerra de Ucrania. De hecho, esta visita de Xi a Moscú también se ha utilizado para sellar una serie de acuerdos comerciales y ampliar las relaciones. Un dato que pone a Estados Unidos contra las cuerdas en materia comercial y de orden mundial, según constata el The Washington Post.

Dejando de lado la política y la economía, en el ámbito estratégico el vínculo también es fuerte, constata el digital The Objective. Así, han encontrado beneficios a la hora de ir juntos en varias 'guerras' abiertas con organismos e instituciones internacionales. En este sentido, se pudo constatar que Putin y Xi comparten puntos en común y una amistad sólida. El líder ruso se ha referido en varias ocasiones a su homólogo chino como "querido amigo" y Xi ha invitado a Putin al país asiático este 2023 para seguir reforzando el vínculo.

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Putin y Xi, reunidos en Moscú / Efe

La visión del orden mundial de Rusia y China

China y Rusia han expresado varias veces una visión compartida sobre el orden mundial. Varios medios estadounidenses, como la CNBC han resaltado la visión conjunta de ambos mandatarios durante esta semana, coincidiendo con las conversaciones que han mantenido los dos líderes. Sin ir más lejos, The Guardian recogía unas declaraciones donde China se mostraba "lista" para liderar este 'nuevo' orden mundial. Pero, ¿qué es el orden mundial? No es fácil de definir, aunque es un término que se ha usado en geopolítica y en la historia reciente, para expresar un nuevo período histórico donde los cambios políticos e ideológicos han tenido un peso importante. También es algo que se ha repetido después de las grandes guerras vividas en Europa. Es decir, la Primera y Segunda Guerra Mundial, que cambiaron muchos esquemas y también la guerra fría, resalta una publicación del Real Instituto Elcano. La enciclopedia de Princeton subraya otro dato importante para definir el orden mundial: se refiere a él como una disposición preferida de poder y autoridad que se asocia con la realización de valores como la paz, el crecimiento económico y la equidad, los derechos humanos y la calidad y sostenibilidad ambientales.

A grandes rasgos, su enfoque se centra en la necesidad de crear un mundo más multipolar, con una distribución mayor del poder y la influencia entre los países, lo resalta la misma agencia rusa TASS. ¿Pero qué quiere decir eso? Básicamente, son bastante reticentes a concebir el mundo según lo hacen los EE.UU. Es decir, resumiendo y simplificando muchísimo, los Estados Unidos perciben el orden mundial como un sistema que tiene que estar liderado por ellos y basado en la promoción de la democracia, derechos humanos, intereses económicos y de seguridad. Y esta visión del mundo no la comparten ni la China, ni Rusia, entre otros países.

En materia de soberanía nacional, por ejemplo, la China y Rusia defienden la idea de que los países tienen el derecho a tomar sus propias decisiones internas sin interferir otros estados. Una idea que han repetido y reforzado también durante la visita de Xi en Moscú. En septiembre, según recoge el The South China Morning Post, China hizo un llamamiento a respetar la soberanía nacional, un llamamiento que llegó justo antes de la celebración de los referendos en varios territorios ocupados de Ucrania. Los dos países defienden que el mundo tiene que ser más multipolar, con varios centros de poder en lugar de estar dominado por uno o dos países, como perciben que hacen desde los EE.UU.

Unos conceptos que los llevan a apostar por un desarrollo conjunto. Es decir, Rusia y China apuestan claramente por una cooperación mayor entre los países en desarrollo, conocidos como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). La visita del mandatario chino ha servido para fortalecer estos lazos. El objetivo, claro está, es hacer frente a los EE.UU. Finalmente, apuestan por una política de no intervención. Es decir, se oponen a la interferencia externa a los asuntos internos de otros países y defienden la solución pacífica de conflictos. En esto, están muy de acuerdo. A pesar de todo, son países diferentes, con sus agendas, y sus aspectos concretos. No necesariamente tienen que estar siempre de acuerdo o tener posiciones parecidas. Aunque China no ha criticado la guerra en Ucrania, sí que es cierto que ha propuesto un plan de paz para acabar con el conflicto. Un plan de paz, sin embargo, que no termina de convencer. 

 

Imagen principal: el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo ruso, Vladímir Putin / Efe