Después de la visita sorpresa de Boris Johnson en Kíiv ayer tarda, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se ha dirigido a la nación en un vídeo, destacando que los objetivos y la guerra de Rusia no se limitarán solamente a Ucrania, sino que traspasarán las fronteras de su país y acabarán afectando en todo al continente. "Hemos hablado de las nuevas sanciones que hacen falta para forzar Rusia a buscar la paz. La tarea nuestra coalición contra la guerra es muy clara: acabar con ella cuanto antes mejor; liberar nuestra tierra de los invasores y garantizar la seguridad de Ucrania y, consecuentemente, la seguridad de la democracia y la libertad de las naciones del este de Europa", ha señalado sobre el contenido de su encuentro con el presidente del Reino Unido.
Zelenski ha vuelto a pedir apoyoa los países occidentales: "Por eso, no solamente es una obligación moral de todas las democracias y de todas las fuerzas de Europa ayudar a Ucrania y desear la paz. Presionar s Rusia para que restaure esta paz es, en realidad, una estrategia de defensa para todos los Estados civilizados. La agresión rusa no tiene ninguna intención de limitarse a Ucrania, a la destrucción de nuestras vidas y de nuestras libertades: todo el proyecto europeo es su objetivo", ha advertido. Por todo ello, Zelenski ha reiterado en los países que impongan "restricciones más dolorosas" en el Kremlin y sancionen el petróleo y el gas de este país: "El petróleo tiene que ser el primer paso", ha observado al presidente ucraniano.
Restricciones en el carbón ruso
En los últimos días, los países europeos han acordado la eliminación gradual de las importaciones del carbón ruso, una medida que forma parte del nuevo paquete de sanciones que se ha emitido por el descubrimiento de los crímenes de guerra en Bucha. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el carbón representa una parte prácticamente insignificante del negocio energético ruso, en los que destacan el petróleo y el gas: estas energías son más lucrativas para el Kremlin y más difíciles de sancionar para Europa. De hecho, desde el inicuo de la guerra, la UE se ha gastado 1.000 millones de euros diarios en comprar energía en Moscú.
La prohibición de importar carbón entrará en vigor en agosto. Hoy por hoy, Rusia suministra un 46% del carbón que consume la Unión europea y su retirada se hará de forma gradual durante los próximos 120 días. Esta medida tendrá un impacto anual de 8.000 millones. Según los datos d'Eurosat, en los últimos diez años, la UE ha comprado 4.400 millones en carbón al año a Rusia, aunque la cifra creció bastante en el 2021, hasta los 5.420 millones. Igualmente, estos números están muy lejos de lo que representa la venta de gas (17.300) y sobre todo de petróleo (74.000).
El petróleo: ¿el siguiente paso?
Parece que el siguiente paso sería, precisamente, el petróleo. Este movimiento sí que tendría un efecto muy importante en las arcas del Kremlin. Aunque hay países contrarios a aplicar esta medida, los últimos ataques descubiertos como el de Bucha o la masacre en una estación de tren que se utilizaba para evacuar civiles hace que este sea el único camino posible. Con todo, a medida que las sanciones se van endureciendo, se hace más difícil que los 27 estén de acuerdo con las decisiones que se toman y, por lo tanto, puede ser que se empiece a romper su unidad.