El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha afirmado este martes que no habrá Minsk 3, en referencia a los acuerdos internacionales para poner fin a la guerra en el Donbás, y se ha expresado en contra de un alto el fuego inmediato con Rusia. "En el punto en que estamos, no estamos listos para un alto el fuego. Ya explicamos que no habrá Minsk 3, ni Minsk 5, Minsk 7, etcétera. No jugaremos a estos juegos", ha dicho el mandatario durante una rueda de prensa en Kyiv. Preguntado por el interés de Ucrania en poner fin a la guerra antes del invierno, Zelenski destacó que si las hostilidades acaban ahora, el país perderá la mitad de su territorio.
Un alto el fuego ahora mismo supondría una "trampa", ha asegurado, ya que posteriormente las negociaciones llevarían "años" y pasado un tiempo Rusia volvería a atacar e intentaría en esta ocasión hacerse con Mykolaiv y Odesa, en la costa del mar Negro. "Y después querrán volver, por ejemplo, a buscar nuestra capital," ha constatado. "Estabilizar la situación donde las tropas están estacionadas ahora mismo para apaciguar de alguna manera la Federación Rusa es una cosa que el Estado ucraniano no hará. Queremos conseguir mucho antes del invierno", ha señalado Zelenski y destaca Efe.
La rueda de prensa tuvo lugar después del segundo encuentro virtual de la Plataforma de Crimea, en la que participaron telemáticamente jefes de Estado y ministros de Exteriores de países aliados de Ucrania para apoyar el reintegro de la península. El secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, declaró en este sentido durante la reunión que "hace falta seguir insistiendo en que Crimea es Ucrania, igual que Donetsk y Lugansk son Ucrania y cada parte del territorio ucraniano ocupado es Ucrania", según le ha citado la agencia Ukrinform. Ha abogado además para seguir incrementando la presión sobre Moscú "hasta que sean respetados plenamente los derechos y la soberanía del pueblo ucraniano".
¿Qué son los acuerdos de Minsk?
Los ya famosos acuerdos de Minsk –también conocidos por Minsk II, porque hubo un Minsk Y– se firmaron el 2015 en Minsk, capital de Bielorrusia, para poner punto final a la guerra en el este de Ucrania. Unos acuerdos que nunca se han acabado de cumplir porque la guerra continúa. Ahora, sin embargo, como se ha podido comprobar, se están poniendo sobre la mesa de nuevo para rebajar las tensiones. El documento del Acuerdo tiene 13 puntos redactados con el objetivo de resolver la guerra en el este del país que empezó en el 2014, entre el gobierno central de Kyiv y los de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. Unas repúblicas que Rusia podría reconocer como repúblicas independientes muy pronto. Un hecho que, como no podría ser de otra manera, la Unión Europea ya ha condenado.
Ucrania pide presencia permanente a Zaporiyia
El Gobierno de Ucrania ha dicho este martes que ha pedido al Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) que considere la posibilidad de establecer una presencia permanente en la central nuclear de Zaporiyia hasta que las autoridades del país recuperen el control de esta instalación, actualmente a manos del ejército ruso. Así lo ha explicado el embajador ucraniano ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, durante una reunión del Consejo de Seguridad centrada en la situación de esta planta, que recientemente ha sido objeto de ataques repetidos que han generado una importante alarma internacional.
Desde junio, el OIEA intenta enviar una misión de expertos para evaluar la situación de la central y, con apoyo de las Naciones Unidas, ha redoblado los esfuerzos después de los recientes bombardeos. Kyslytsya ha dicho que su país ha respondido este martes en una carta remesa la semana pasada por este organismo sobre la organización de esta visita y ha señalado que el itinerario propuesto puede ser "en general aceptable", aunque considera que todavía hay que cerrar ciertos detalles sobre seguridad. En esta respuesta, Ucrania ha planteado también la posibilidad de que los expertos permanezcan a Zaporiyia "hasta que las autoridades competentes recuperen el control", vista la grave amenaza que hay para la seguridad nuclear.