El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha hecho pública este jueves la decisión de destituir a Valeri Zalujni, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. La medida no ha cogido nadie de imprevisto, ya que hacía semanas que corrían rumores sobre este cambio al frente de las Fuerzas Armadas de Ucrania, pero representa un importante punto de inflexión en la estrategia de defensa ucraniana delante la invasión rusa. Las tensiones entre Zelenski y Zalujni se han intensificado en los últimos tiempos, con rumores de desacuerdos sobre la estrategia militar, la falta de avances territoriales y nuevas iniciativas de reclutamiento mientras la invasión rusa se acerca a su segundo aniversario.
En un texto publicado en X, antiguo Twitter, Zelenski ha expresado su agradecimiento a Zalujni por sus "dos años de servicio en defensa de Ucrania", pero ha dejado claro que considera necesario un cambio en el liderazgo de las Fuerzas Armadas para enfrentar los desafíos que se presentan el año 2024, mientras todavía sigue la invasión rusa y ahora la guerra ha entrado en una fase de estancamiento. El presidente ha propuesto a Zalujni seguir formando parte del equipo, pero como aparte de un liderazgo renovado.
Como sucesor de Zalujni, Zelenski ha designado a Oleksandr Syrskyi, actual comandante general de las Fuerzas Terrestres de Ucrania. El presidente ha elogiado el papel de Syrskyi en la defensa de Kyiv y en la contraofensiva que recuperó grandes áreas en Kharkiv. Aunque Zalujni fue inicialmente elogiado tanto dentro como fuera de Ucrania por su manejo de la situación durante el primer año de la invasión rusa, las tensiones con Zelenski aumentaron durante el segundo año. Zalujni fue reconocido por su previsión durante la invasión inicial, retirando discretamente el armamento pesado de las bases antes de que cayeran los misiles rusos, y por su flexibilidad en la defensa de Kyiv y la reforma interna del Ejército ucraniano. No obstante, los avances limitados en la contraofensiva del 2023 y sus declaraciones sobre el estancamiento de la guerra provocaron tensiones con Zelenski.
La destitución de Zaluzhny marca un punto de inflexión en las relaciones entre el presidente y el liderazgo militar, y plantea interrogantes sobre el rumbo futuro de las Fuerzas Armadas de Ucrania en un momento crucial de su historia. La decisión de Zelenski de buscar un liderazgo renovado podría tener un impacto significativo en el curso de la guerra, que ha entrado en una fase de estancamiento sin avances significativos por parte de ninguna de las dos potencias enfrentadas.