El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha reclamado consensuar un plan de paz con la Unión Europea y los Estados Unidos antes de concretar una reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin. En declaraciones en la Conferencia de Seguridad de Múnic, Zelenski ha dejado claro que, en contra de lo que había planteado Trump, no se producirá ninguna reunión inmediata con ningún representante ruso. "Solo me reuniré con un ruso, con Putin, pero lo haré después de tener un plan común con Trump y con Europa. Solo en este caso, me reuniré, no en ningún otro escenario", ha afirmado. El mandatario ucraniano ha situado los Estados Unidos como el aliado prioritario, y ha deseado que el vicepresidente, JD Vance, con quien se reunirá esta tarde, ratifique el apoyo hacia su país. "Creo que los Estados Unidos no ocupan una posición de mediación. Se encuentran en la cima, y tienen que estar en nuestro bando porque es Rusia quien nos ha atacado. Y aquí sí que no tiene que haber concesiones de ningún tipo", ha advertido.

Con todo, Zelenski se ha mostrado confiado que tendrá el apoyo de la administración Trump. "A mí me parecería muy extraño que la posición de los Estados Unidos se reorientara hacia Rusia", ha dicho. En este sentido, ha quitado importancia a la llamada entre Trump y Putin: "Las llamadas son llamadas. Lo importante son las reuniones, no tomar ninguna decisión sobre Ucrania sin Ucrania, eso es lo que nunca aceptaremos", ha afirmado, y así, ha asegurado que está dispuesto a viajar a Washington en cualquier momento. Al mismo tiempo, ha reclamado que se tenga en cuenta el papel de Europa. "Es necesario hacer un plan común de todo el mundo civilizado, y la ayuda de nuestros amigos de Europa es muy necesaria", ha asegurado.

"Si Ucrania no entra en la OTAN, necesitará un millón y medio soldados"

Sin embargo, Zelenski no se ha privado de lanzar una crítica contra la Casa Blanca para poner trabas en la entrada de Ucrania a la OTAN. "Nunca han querido que entremos en la OTAN (...) Hablaban y decían que sí, pero no nos querían. Y no es un problema de Trump, es una política de los Estados Unidos", ha asegurado, a la vez que ha dejado claro que no renunciará a este objetivo.

El dirigente ucraniano ha defendido que cuenta con un "ejército fuerte" que podría fortalecer la Alianza si lo aceptaran. Con todo, se ha mostrado realista y ha afirmado que la protección de la población ucraniana pasa por delante de la incorporación a la OTAN. "¿No podemos incorporarnos a la OTAN ahora? De acuerdo, pero necesitamos a un ejército de un millón y medio soldados si no queremos temer, después de un alto el fuego o algo parecido, una nueva ocupación o invasión rusa," ha advertido.