Un número de la Lotería de Navidad que huele a chocolate, limón, rosas o incienso. Esta es la atrevida propuesta que Loterías El Perolo vende desde hace años en la localidad de San Pedro del Pinatar (Murcia) y también por Internet. La innovación de esta administración, una de las que reparte más premios del Estado, va incluso más allá del olor, siendo uno de los rasgos que los caracteriza. El sobre sorpresa —dónde no sabes qué décimo tendrás— o una funda premiada —con números suficientes para asegurarte el reintegro— son algunas de las propuestas que ofrecen a sus compradores. "Jugamos con la experiencia", explica su propietario, Miguel Ángel, en una entrevista a ElNacional.cat en plena campaña de Navidad, momento donde pueden llegar a vender 500.000 décimos.

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La administración nació hace 7 años, en el 2016, en un municipio de 25.000 habitantes en Murcia. El objetivo principal era dar uno de los cinco premios de Navidad, y en pocos meses lo alcanzaron. En su primera Lotería de Navidad repartió tres de los premios más cargados de euros. Además, coincidió con un momento crítico en la región, justo después de los efectos de una DANA que afectó a la zona. Miguel Ángel recuerda que tenían miedo de que el temporal afectara a las ventas y la fortuna, pero al final todo salió sobre ruedas. "Se nos devolvió la suerte", afirma uno de los arquitectos detrás de la clave del éxito de Loterías El Perolo.

Loterías El Perolo

En solo 8 años, han logrado forjarse un nombre en el mundo de las administraciones de Lotería, utilizando el marketing como una de sus mejores armas. Sin olvidar la pasión por el negocio, el propietario apunta que al final "lo importante es innovar". En el 2017 siguieron trabajando con esta idea y consiguieron repartir cinco premios grandes, entre los cuales el Gordo. Actualmente, ya llevan 53 premios mayores, cuatro de ellos el primer premio de la Lotería de Navidad.

El éxito de los décimos perfumados y números sorpresa

La innovación y el marketing les han llevado a hacer productos diferenciales, como es el caso del famoso décimo perfumado. "Fue una locura", recuerda Miguel Ángel sobre su estreno. Se trata de números de lotería que huelen a rosa, limón, chocolate e, incluso, a incienso (todo un éxito para las cofradías). "Jugamos con la experiencia. Cuándo alguien vuelve a sentir ese olor, tendrá ilusión como si le hubiera tocado la grande", dice el propietario de Loterías el Perolo que estuvo cerca de tres años diseñando y probando la idea en laboratorios para conseguir impregnar los décimos de olor.

Loterías El Perolo

Otro de los modelos más revolucionarios ha sido el décimo sorpresa. Se trata de un número guardado dentro de un sobre con unas instrucciones que dicen que no lo puedes abrir hasta que llegue el día del sorteo. Miguel Ángel asegura que es el producto que más venden y que ha supuesto un gran cambio en la manera de concebir la lotería. "Hemos cambiado la manera de comportarse del usuario. Antes todo el mundo venía y te decía dame el 13, dame el 69, eso ahora ha cambiado", reconoce. Según explica, el éxito recae en el hecho de que es un décimo "llamativo" que ha atraído "a un público más joven".

La administración lleva la innovación en su ADN. El mismo 2016 estrenaron un décimo de realidad aumentada. "Lo escaneas y ves imágenes", apunta Miguel Ángel, señalando que fue una iniciativa "muy rompedora". Todo el mundo quería poner sus imágenes: desde cofradías para hacer difusión, hasta parejas de enamorados que se enviaban mensajes. "Siempre hemos buscado la experiencia. Todo lo que ves lo extrapolas, cuando tienes una idea le das vueltas para pensar cómo puedes aplicarlo en la administración", afirma el propietario.

Loterías El Perolo

Su éxito ha sido el ejemplo de otras administraciones que también han intentado innovar. Miguel Ángel explica que muchos le preguntan cómo hace todas estas cosas. "Al final es sencillo", confiesa, a la vez que remarca que se tiene que tener una buena idea que aporte "ilusión". Es un ejemplo la iniciativa que han puesto en marcha este 2023. Cada décimo vendido va acompañado de un QR con un reto para "añadir ilusión" al día de las personas. Las propuestas son simples, como desearle buen día a uno de tus contactos del móvil o lanzar una pelota en un patio para que los niños jueguen, pequeños gestos que "te pueden alegrar el día", defiende Miguel Ángel.