Renault puede presumir de ser una de las marcas más veteranas y con mayor peso en las carreteras europeas. Una marca que, eso sí, a diferencia de lo que ocurre con marcas como Peugeot, Fiat, Citroën, Jeep o Alfa Romeo, no forma parte del gigante en la industria automovilística europea Stellantis, sino que forma parte de su propio grupo, el grupo Renault.

No es que sea ningún secreto en este sentido que, más allá de que muchas marcas forman parte de un gigante automovilístico que no busca otra cosa que ir aumentando su poder en cuanto a cuota de mercado, la alianza entre fabricante se acabó suponiendo un beneficio para las dos partes, sobre todo porque se acaban ahorrando costes en muchos sentidos.

 

Así, si bien es cierto que por ejemplo en Stellantis o en el Grupo Volkswagen (Volkswagen, Skoda, Seat, Cupra o Audi, entre otras) cada uno de los fabricantes acaba teniendo su propio ritmo de desarrollo de coches y su propio lenguaje de diseño, al final muchos de sus modelos comparten plataformas, lo que suponiendo un ahorro importante en la fabricación.

Estas tres marcas utilizan motores de Renault

Pero lo curioso en el caso de alrededor es que la marca francesa es la responsable de suministrar algunos de sus motores a tres otros fabricantes que, desde luego, poco o nada tienen que ver entre ellos. El fabricante más conocido en este sentido es Dacia, una marca que fue absorbida por el grupo Renault hace ya muchos años y en la que todos y cada uno de los motores de sus modelos son motores fabricados por la marca francesa.

 

Tampoco es que sea ningún secreto que Nissan, el gran aliado de Renault a nivel internacional, también cuenta con algunos motores diseñados por la marca francesa en su gama, especialmente los pequeños motores diésel así como pequeños motores de gasolina de 140 o 160 caballos de potencia.

Lo que seguramente muy pocos conocen es que no es otra marca que Mercedes la que llegó a un acuerdo con Renault hace ya unos años para que fuera la marca francesa a la que le suministrará la marca alemana algunos de sus motores, en concreto la mecánica K9 diésel que se puede encontrar en la gama de motores de modelos como el Mercedes clase A, el Clase B o el CLA.