Hasta las grandes marcas se equivocan y, entonces, no queda otra que rectificar. Quien lo ha hecho esta vez ha sido Mercedes, que tiene decidido ya poner fin a la producción de su Mercedes EQC después de comprobar que los resultados comerciales obtenidos hasta la fecha están lejos de los esperados. El coche tiene cuatro años de vida y, aunque estaba llamado a ser el precursor de los eléctricos, se va a despedir del mercado en 2023.
El Mercedes EQC no tendrá ni siquiera el habitual lavado de cara
La decisión de la marca de Stuttgart es tan firme que el modelo ni siquiera va a ser objeto del habitual lavado de cara que Mercedes aplica a sus vehículos cuando llegan al umbral de los cinco años de vida, que son, precisamente, los que acabará cumpliendo. El vehículo se presentó en 2018 y llegó con unas prestaciones muy limitadas si lo comparábamos con el primer Audi e-tron, un coche con mucha más autonomía y un cargador mucho más rápido. Mercedes se electrificaba, pero lo hacía mal con un coche que no ha funcionado ni funcionará, consideran en Mercedes. El EQA, hermano menor del EQC sí que será objeto de un lavado de cara completo.
Lanzamiento de un nuevo modelo
El adiós del Mercedes EQC este año 2023 va a coincidir en el tiempo con un lanzamiento, el del EQE SUV, que será su relevo. El nuevo vehículo incorpora tecnología y soluciones suficientes para competir con garantías con el Audi Q6 e-tron, el Maserati Grecale Folgore o el Porsche Macan. Mercedes, sin embargo, trabaja con mucha discreción: de su nuevo SUV eléctrico se sabe muy poco, a penas unas cuantas fotos espía conseguidas hace unos meses. Veremos que sucede en el futuro, pero se rumorea que el coche se lanzará antes de final de año y que va a tener hasta 700 kilómetros de autonomía.