No fueron precisamente pocos los expertos que apuntaron hace ya unos meses, cuando en pleno verano la gasolina y el diésel tenían precios muy elevados, que iba a ser a finales de el pasado año cuando los precios iban a bajar de forma considerable.
Lo cierto es que, como bien saben aquellos que acuden de forma habitual a las gasolineras, desde el pasado mes de septiembre los precios de los combustibles han ido registrando una bajada continua aliviando de forma evidente del bolsillo de muchos españoles.
En este sentido, cabe tener en cuenta que el precio actual de media en nuestro país de la gasolina 95, la más utilizada, es de unos 1,535 euros el litro, mientras que el diésel tiene una media de unos 1,49 euros el litro. De esta forma, rellenar un depósito de 55 l en nuestro país tiene un coste de 80 y cuatro euros en el caso de la gasolina y de 82 € en el caso del diésel, precios que, eso sí, son unos 5 € de media superiores a los que podíamos encontrar en estas fechas el pasado año.
La subida de los precios de los carburantes en España
Eso sí, cabe tener en cuenta que, a diferencia de lo que había ocurrido durante las últimas semanas en los últimos meses, cuando los precios de la gasolina y el diésel han ido a la baja de forma constante, en estos primeros días de enero ya se ha podido comprobar como los precios no tan solo no han ido a la baja sino que han empezado a encarecerse.
No lo han hecho de forma notable, con una subida de un 0,07 % en el caso del diésel y un 0,2 % en el caso de la gasolina, pero, tal y como apuntaron también hace ya muchos meses algunos expertos en la industria, ahora que ha empezado el año no sería de extrañar que los precios volvieran a subir de forma constante.
Lo que nadie se atreve a asegurar es hasta qué punto aumentarán los precios y se volverán a estar tan altos como lo estaban ya no tan solo en su momento máximo en nuestro país, cuando se superaron los 2 € por litro, sino si se acercan a los precios del pasado verano, cuando rondaban los 1,8 € éxitos en los dos casos.