¿Un Alfa Romeo Stelvio que cuesta 114.000? Pues sí. Y, si e fijas bien, verás que luce el famoso quadrifoglio, el trébol de cuatro hojas que identifica a los modelos más deportivos de la marca milanesa. La justificación a este precio tan alto no deriva, sin embargo, de ese simple símbolo: tiene que ver con el motor que es, sí acertáis, un motor Ferrari.

Alfa Romeo Stelvio QV

Motor Ferrari

El motor de esta bella bestia no es otro que el V8 del Ferrari Portofino, pero con dos cilindros menos. ¿Quién lo ha modificado? Pues la propia Ferrari, que es quien fabrica este 2.9 biturbo de seis cilindros en V que rinde hasta 510 CV de potencia y 600 Nm de par a 2.500 rpm. Está fabricado en aluminio, su sistema de lubricación es de cárter seco, las válvulas rellenas de sodio para mejorar la refrigeración y los cilindros se pueden desactivar en parte cuando circulamos en autopista para mejorar las cifras de consumo. Se desactiva la bancada derecha del motor y, temporalmente, nos quedamos con un tres cilindros en línea. El consumo es alto: resulta muy difícil bajar de los 10 litros y, si se te va el pie, te pones rápidamente en 15. De todos modos, da igual: si puedes gastarte más de 100.000 euros en un coche, el precio de la gasolina no es un problema para ti.

Un gran coche

El QV es un coche grande, que mantiene la habitabilidad del resto de la gama y que se sitúa en el segmento D de los SUV premium europeos. Mide 4,70 metros de largo y 1,95 de ancho y su distancia entre ejes se va a los 2,82 metros. Son unas dimensiones en línea con el resto de coches del segmento como el Porsche Macan, el Audi Q5, el BMX X3 o el Mercedes GLC. La diferencia es que, debajo del capó, llevas un Ferrari. Tiene, además, una estampa que atrae a primera vista. Su carrocería de un solo color, la ausencia de cromados, las llantas negras y el quadrifoglio nos dicen lo que es: un gran coche.