El futuro es eléctrico y, en esta coyuntura, las marcas deben escoger qué vehículos tienen futuro y cuáles no. En Audi, la marca de Ingolstadt, ya han empezado el baile. Por lo visto, el A8 se convertirá en un eléctrico pero hay otro histórico, el Audi A5 Sportback, para el que están redactando ya la sentencia de muerte: no va a tener versión con baterías y eso, hoy en día, equivale a dejar de fabricarse tarde o temprano.
Un coche con adeptos
Y liquidar al Audi A5 Sportback va a ser cualquier cosa menos fácil, porque la berlina deportiva por excelencia de la marca alemana, conquistó a muchos y muchas sin excesivo ruido allá por 2010, especialmente por su útil portón trasero. Hoy, todavía, tiene su público, pero la maca premium del grupo Volkswagen va a aplicarle la eutanasia de una manera muy sencilla: eliminando la opción de que exista una versión eléctrica del vehículo.
En su día, abrió caminos
Y tanto fue el éxito del Audi A5 Sportback que en BMW s sacaron de la manga el Serie 4 Gran Coupé y en Mercedes hubo más de uno que se preguntó por la conveniencia de sacudir el mercado con un vehículo similar. Los herederos de Karl Benz y Gottlieb Daimler no hicieron salir de Stuttgart nada parecido, pero el Audi A5 Sportback marcó a muchas y muchos y se convirtió en sinónimo de estilo, deportividad y prestigio. Junto a él, otros históricos como el pequeño A1 o el personalísimo Q2 ya están también listos de papeles y encaran la recta final de sus vidas comerciales. Con todo, seguro, los tres modelos tendran un hueco en el Museo Audi. Sea como fuere, de 2025 no pasa ninguno de ellos.