Audi es uno de esos fabricantes que no necesita precisamente mucha presentación, entre otras cosas porque la marca alemana lleva muchas décadas siendo una de las marcas mejor valoradas entre las premium europeas.
El problema en su caso es que, al menos en las últimas décadas, su peso en el mercado europeo ha ido bajando a medida que ha ido creciendo el de sus dos rivales directos, BMW y Mercedes. No es casualidad entonces que el fabricante alemán haya empezado ya a dejar caer que tienen preparado un cambio de rumbo, una nueva filosofía que va a cambiar la imagen de la marca más allá de los evidentes cambios en cuanto a diseño de sus modelos más modernos.
Audi quiere subir un escalón en cuanto a estatus
Y es que el gran objetivo que tiene la dirección de la marca alemana es el de dejar de ser considerada como una marca premium y acercarse más incluso a las marcas de lujo, una propuesta que pasa por reducir por las zonas más bajas su catálogo, algo que ya se ha hecho evidente con la futura desaparición del Audi A1 y del Audi Q2, y convertir a sus coches en opciones más lujosas, con precios más elevados pero también con mayor equipamiento y mejor tecnología.
No ha sido otro que el responsable de Audi en el Reino Unido, José Miguel Aparicio, el que ha detallado en un medio inglés las expectativas y los planes de la marca, argumentando este cambio: “en el Grupo Volkswagen hay espacio por debajo de Bentley para que Audi pueda ascender en percepción sin invadir a su hermano de lujo”, apuntando además que “el lujo está cubierto por Bentley y Porsche, y en el mercado Premium hay muchos segmentos y muchas maneras de hacer una propuesta al cliente. Es una evolución y tiene que ir acompañada de ajustes en la experiencia del cliente a través de nuestros concesionarios”.
Este cambio de rumbo de la marca alemana va a llegar evidentemente de la mano de una subida de precios que va a provocar que seguramente sus cifras de ventas sean menores en algunos segmentos pero, a la vez, el margen de beneficio sea mayor, una estrategia que también están siguiendo otras marcas como es el caso de Mercedes.
Solo el futuro dirá si esta nueva estrategia por parte de Audi ha sido acertada o no, pero lo cierto es que al menos cabe reconocer que han sido honestos y que han avisado antes de que más de uno se lleve una desagradable sorpresa.