Es de sobras conocido que, por mucho que en esta época la información esté accesible para todo el mundo y sean muchas las fuentes de información que tenemos en este sentido, en muchos casos buena parte de esta información no dejan de ser bulos o informaciones falsas que, y publicadas en diferentes medios de todo tipo acaban derivando en que muchos sean los que creer que acaba siendo verdad.

Un buen ejemplo es uno de los bulos que ha circulado por la redes en los últimos tiempos en nuestro país, un bulo asociado a la posibilidad de que se incorpore una cuarta luz en nuestro país, en este caso una luz blanca.

Como suele ocurrir con la mayoría de bulos, esta información no nace de la nada, sino que tiene un origen, lo que ocurre en este caso es que la información se ha ido distorsionando hasta tal punto que es mucha información de la que se ha dado en los últimos tiempos en este sentido ha sido errónea.

La luz blanca es tan solo una idea de un estudio norteamericano

Todo parte de un estudio de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, en Estados Unidos, el que, a través de simulaciones por ordenador, se intentaba estudiar la posibilidad de incorporar una cuarta luz a los semáforos para que, teniendo en cuenta la influencia de los coches autónomos en la circulación, la fluidez fuera mayor.

Tal y como apunta uno de los autores del estudio, Ali Hajbabaie, “Las luces rojas seguirán significando alto. Las luces verdes seguirán significando avanzar. Y las luces blancas les dirán a los conductores humanos que simplemente sigan al automóvil que tienen delante”.

Y va más allá asegurando que “Creemos que es importante incorporar el concepto de luz blanca en las intersecciones, porque les dice a los conductores humanos lo que está pasando, para que sepan lo que se supone que deben hacer cuando se acercan a la intersección”.

A ver tener en cuenta que, más allá de que sea un estudio que se realizó en 2023, es decir, hace ya unos cuantos meses, en ningún caso los autores de este estudio aseguran que los datos recogidos la implantación de esta idea en un futuro, ni en Estados Unidos ni mucho menos en el resto de países a nivel mundial, aunque sí que es evidente que este tipo de estudios pueden favorecer a que, dentro de unos años, cuando los coches autónomos sean una realidad, la circulación y la convivencia entre los coches autónomos y los coches conducidos por seres humanos sea más fácil.