Por mucho que el Tesla sean muy conscientes de que uno de sus grandes rivales en la venta de coches eléctricos a nivel mundial y, sobre todo en China, sea BYD, el gigante asiático, no son pocas las marcas europeas que estaba empezando a seguir atentamente las cifras de ventas de este fabricante en las carreteras del viejo continente, entre otras cosas porque este gigante asiático tiene en mente convertirse también en toda una referencia de lo que se refiere a coches híbridos enchufables.

Es más, el fabricante ya puesto a la venta en nuestro país su primer modelo PHEV, el BYD Seal U DM-i, un modelo que, más allá de que a muchos le recuerde al Porsche Cayenne en todo lo que se refiere al apartado estético, puede presumir de ser una de las mejores opciones entre los que buscan un SUV con este tipo de tecnología y, sobre todo, una excelente relación calidad precio.

 

Y es que no es que sea precisamente ningún secreto que es uno de los grandes argumentos de venta de este fabricante es la buena relación calidad precio de sus modelos, un argumento que comparten muchas marcas chinas que están llegando a nuestro país y a los mercados importantes a nivel europeo y que están poniendo contra las cuerdas a las marcas clásicas del viejo continente.

El primer BYD PHEV es una muy buena opción

El precio de partida de la versión de acceso de este modelo, una versión que llega muy bien dotado a nivel de equipamiento y a nivel de motor, se sitúa en 38.500 €, un precio que puede acabar siendo bastante más bajo teniendo en cuenta las producciones propias de la marca así como las ayudas del plan de gobierno que buscan incentivar la venta de coches con etiqueta CERO de la DGT. Los acabados superiores acaban teniendo un precio de 40.500 y 45.500 €.

 

El gran argumento de venta de este modelo es su motor, en este caso una mecánica híbrida enchufable que combina un motor de gasolina con un motor eléctrico y que acaba arrojando una potencia de 218 caballos y que se maneja a través de una transmisión automática.

Lo mejor en su caso es que el tamaño de su batería es bastante mayor respecto al que tiene mucho de sus rivales directos, lo que le permite tener una autonomía eléctrica de ni más ni menos que 80 km según el ciclo de homologación WLTP, una cifra que aumenta hasta los 110 km en entornos 100 × 100 urbanos. A todo ello se le debe sumar una garantía del fabricante de seis años o 150.000 km, lo que ocurra antes, un punto también muy a su favor.