Fabricantes premium como Mercedes, BMW y Audi son muy conscientes de que los conductores que acuden a sus concesionarios no lo hacen precisamente en busca de modelos baratos, y lo hacen tampoco con un presupuesto ajustado, sino que llevan a sus concesionarios con la intención de gastarse una buena cantidad de dinero a cambio de recibir un modelo que aumente su estatus, y con eso juegan muy bien este tipo de fabricantes.

Es más, no es que sea precisamente ningún secreto que, si bien es cierto que a nivel de motorización así de calidad de materiales este tipo de marca suele situar a sus modelos de acceso muy por encima de los modelos de acceso de las marcas generalistas, es en la tecnología donde estas marcas acaban beneficiándose de forma evidente del perfil de conductor que tienen.

 

Un buen ejemplo de ello es que la inmensa mayoría de los modelos de estas fabricantes llegan con única y exclusivamente las ayudas a la conducción obligatorias por parte de las normativas europeas, por lo que para contar con ayudas que en otros fabricantes llegan de serie en las marcas premium es necesario pagar un extra, y ahí es donde este tipo de fabricantes ganan mucho dinero.

BYD apuesta por una dotación completa en sus coches

Como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta que uno de los grandes propósitos de BYD es el de convertirse en una marca de referencia también en Europa incluso entre los clientes premium, la marca china ya ha asegurado que está implementando una serie de tecnologías en sus nuevos modelos que van a convertirlos en auténticas referencias en este sentido, lo que es mejor, son modelos que van a llegar muy bien dotados en todos los niveles en cuanto ayudas a la conducción de serie, por lo que no va a ser necesario pagar ese extra que suelen cobrar en los concesionarios de las marcas premium europeas o americanas.

 

Es cierto que de momento este fabricante chino está muy por detrás de las marcas premium europeas, sobre todo las alemanas, pero dada la excelente relación calidad precio de sus productos y que los precios en la industria no están haciendo otra cosa que aumentar de forma notable en los últimos años, convertir a sus modelos en acciones mejor dotadas en todos los sentidos parece una estrategia muy razonable que puede poner contra las cuerdas a las premium.