Uno de los grandes objetivos que se han marcado en Citroën así como en el resto de marcas generalistas de cara a los próximos meses y años en las carreteras europeas es frenar, como sea, el auge de ventas que están teniendo marcas chinas como MG.
Y es que es de sobras conocido que este tipo de fabricantes low-cost han llegado recientemente a las carreteras europeas de la mano de modelos con los que es realmente competir en lo que se refiere a relación calidad precio. Es por eso que el fabricante francés, así como otras grandes marcas históricamente muy asentadas en las carreteras europeas, han apostado por entrar directamente en la guerra de los coches baratos de la mano de opciones tan interesantes como la nueva generación del C3 Aircross.
El nuevo Citroën C3 Aircross es una alternativa a los chinos
Un modelo que ha ganado de forma considerable respecto a su tamaño en comparación con la generación anterior, hasta el punto que en esta generación actual se puede configurar con hasta siete plazas, aunque cabe tener en cuenta que las dos plazas extras no es que sean precisamente sinónimo de buena habitabilidad, sino que están pensadas para situaciones muy puntuales.
En cualquier caso, ganando tamaño y habitabilidad, este modelo pasa a ser una opción incluso más familiar, con un maletero de más de 450 l de capacidad de carga, sobre todo, con los precios de partida en sus versiones de acceso que lo convierten en una opción realmente tentadora para los que buscan un precio bajo.
Es cierto que la versión de acceso, que tiene un precio de unos 16.000 €, llega con un nivel de equipamiento y de motor muy justo, pero por unos 20.000 € ya podemos tener un Citroën C3 Aircross con un motor micro híbrido de 136 caballos de potencia y un nivel de equipamiento comparable al de cualquier modelo generalista, por lo que no es casualidad que muchos lo vean como una opción más interesante respecto a las opciones que podemos encontrar en catálogos como el de MG.
Veremos hasta qué punto la entrada en juego nuestro mercado de este tipo de coches baratos y de marcas europeas acabado no frenando las ventas de los coches chinos, pero lo que es evidente es que marcas como Citroën han decidido dar un salto delante y entrar directamente en guerra con este tipo de fabricantes que están conquistando a cada vez mayor número de conductores en España y en Europa.