Seguramente debes saber que los discos de freno son los componentes que permiten, en combinación con las partillas de freno, disminuir la velocidad del vehículo y también detenerlo por completo. Las pastillas de freno se cierran en los discos cada vez que pisamos el pedal de freno, bajando así la velocidad.
Cómo te contábamos recientemente en este medio, las pastillas de freno sufren desgaste con el uso. Y aunque en menor medida, los discos también lo padecen. Son elementos fabricados con metal y tardan más en degradarse, pero también hay que estar pendientes de su estado a menudo si no queremos tener un susto grave. La velocidad del desgaste de los discos estará directamente relacionada con el uso y el cuidado que llevemos de ellos.
El precio de los discos de freno ronda los 120 euros por pareja
En función del tamaño y peso del vehículo, los coches llevan discos de distinto tamaño. Pero en todo caso hay dos tipos de discos. Los sólidos y los ventilados. Los primeros están en la mayoría de vehículos, mientras que los segundos van montados en modelos que necesitan más refrigeración, como son los modelos de más potencia.
Para corroborar que los discos de nuestro coche están en buen estado basta con comprobar el grosor de los mismos y compararlo con el que recomienda el fabricante. Y también debemos comprobar si hay fisuras, roturas o curvaturas.
Si comprobamos que hay desperfectos, conviene averiguar si vienen dados por el uso o por algún otro factor externo. Y es que si es por culpa de otra cosa, dará igual que los cambiemos, pues el problema volverá a aparecer.
Nunca debemos comprar unos discos de freno de segunda mano
En cuanto a lo que cuesta cambiar los discos de freno, estos son más caros que las pastillas de freno. Rondan los 120 euros la pareja. Y la mano de obra se sitúa entre 30 y 90 minutos.
En todo caso debes tener en cuenta que los discos de freno son un elemento del coche que no se puede reutilizar. Es decir, no podemos acudir al desguace a comprar unos de segunda mano. Son elementos de seguridad y no se permite su comercialización una vez están usados.