Dentro de unos años los coches eléctricos van a ser los que, en teoría, acaben dominando en las carreteras europeas. Hoy en día no lo son. De hecho, como bien evidencian las cifras de ventas, los eléctricos tiene una cuota de mercado muy inferior a la que tienen los modelos con motores de combustión e incluso los modelos con motor híbrido.

Son varios los factores que están provocando que, a diferencia de lo que ocurre en otros países del norte Europa, la incursión de los eléctricos en el mercado español sea muy inferior. Por un lado, las inseguridades que tienen muchos conductores en lo que se refiere a la autonomía y al pánico a quedarse sin esta debido a la pobre infraestructura que tenemos actualmente en nuestro país.

 

Por otro lado, porque, diferencia lo que ocurre con los motores de combustión, motores más que probados durante décadas, poco se sabe de momento lógicamente teniendo en cuenta que llevan pocos años en el mercado, acerca de la durabilidad y la vida útil de un coche eléctrico teniendo en cuenta que la pieza fundamental en estos es la batería, un elemento que se degrada con el paso del tiempo.

Eso sí, uno de los grandes argumentos a favor de los eléctricos es que, a la larga, acaban suponiendo una inversión inferior respecto a los coches de gasolina. En este sentido, la OCU apunta que “el coste de conducir un coche alimentado por electricidad sigue siendo menos de la mitad de lo que cuesta llevar un coche de gasolina: 447 euros frente a 1.006 euros por cada 10.000 km”.

El precio de cargar un eléctrico en casa

Una de las preguntas claves a la hora de saber si hacerse con eléctrico es una buena compra o no es saber cuál es el uso que se le va a dar el vehículo. Si la idea es moverse por entornos urbanos o interurbanos de forma habitual y, además, existe la posibilidad de cargar el coche en casa, evidentemente, pese a que la inversión inicial es superior, a la larga acaba siendo una inversión mejor.

Si la idea es tener un coche que apenas salga del parking o del garaje durante la semana y cogerlo durante los fines de semana o en los periodos vacacionales para hacer largas distancias, evidentemente el eléctrico no es la opción a escoger.

 

En cuanto a saber exactamente cuánto cuesta cargar el coche en casa, es imposible dar una cifra concreta, entre otras cosas porque existen diferentes tarifas aplicadas tanto en el mercado libre como en el mercado regulado por el gobierno, por lo que, especialmente en este último caso, no costará lo mismo recargar el coche en las horas donde el precio de la luz es más baja que hacerlo de las horas en el precio de la luz es más cara, evidentemente.

En el caso de que recarguemos una batería de unos 40 kW hora, una batería pequeña ya hoy en día, el precio en el mercado regulado depende de la tarifa, siendo 5,6 euros en las horas valle y de hasta 10,4 en las horas punta. Precios muy inferiores respecto a lo que cuesta llenar un depósito de gasolina o diésel en España.