El Cupra Formentor es uno de los SUV coupé que mejor se mueve y más gratas sensaciones de conducción aporta por su aplomo y su agilidad. El puesto reservado para el piloto se encuentra ciertamente elevado y nos otorga un buen campo de visión del entorno, lo que unido a su solvente propulsor de gasolina 1.5 TSI con 150 CV permite que el coche pueda definirse como un vehículo silencioso, fácil de conducir y que genera un consumo aceptable. ¿Qué versión es mejor? ¿La automática o la manual? Vamos a verlo.
Buen cambio manual
En la versión manual, la palanca destaca por sus inserciones cortas, rápidas y precisas que acentúan la sensación de deportividad que buscan muchos y permite cambiar de marcha sin perder ni una décima de segundo. El embrague está bien definido y el conductor se acostumbra rápido, lo que permite cambiar de marcha sin tirones. La experiencia, en suma, es muy grata, porque el Cupra Formentor es un todocamino muy neutro y poco subvirador, lo que se agradece tratándose de un SUV.
Mucha comodidad
El Cupra Formentor con cambio automático de doble embrague DSG y siete marchas es la alternativa al cambio manual. Resulta ideal para entornos urbanos y permite, además, ahorrar gasolina, algo que se agradece ahora muchísimo. La caja DSG facilita la vida durante los siempre temidos atascos y ante cualquier parada como un ceda el paso, un stop o un paso de peatones. Olvidarnos del embrague incrementa la sensación de confort y hasta el aparcamiento es más sencillo, ya que contamos con cámara de visión trasera. Al incorporar levas detrás del volante y un modo deportivo, el Cupra Formantor con cambio automático es también excelente para la carretera. En definitiva: dos opciones para dos tipos de conductores y las dos son excelentes.