Como no podía ser de otra manera, el principal objetivo que tiene la Dirección General de Tráfico en nuestro país es el de intentar mejorar constantemente la seguridad vial tanto en nuestras carreteras como en los núcleos de población.

Es por eso que la DGT ha llevado a cabo diferentes campañas de concienciación en lo que se refiere a seguridad vial así como ha puesto en marcha diferentes medidas para reducir los accidentes y la mortalidad en las carreteras, ya sea a través de nuevas normativas o a través de sistemas como los radares, que han ayudado a rebajar de forma notable los accidentes y el hecho de que muchos conductores superen la velocidad máxima permitida.

Eso sí, más allá de este tipo de medidas, en la DGT también han variado en ciertos aspectos los requisitos a la hora de poder obtener el carnet de conducir o, también, de obtener la renovación de este documento.

Más allá de que los mayores de 65 años pasan de tener un periodo de renovación de 10 años o cinco años y que, a partir de los 70, este periodo se reduce a los dos años, la Dirección General de Tráfico ha publicado también una lista con las diferentes enfermedades que impiden la obtención o renovación del carné de conducir.

Las diferentes enfermedades que impiden obtener o renovar el carnet de conducir

Como apuntan en la DGT, las diferentes enfermedades que impiden obtener o renovar el carnet de conducir están dividas en nueve categorías: vasculares, digestivas, respiratorias, oncológicas, cardíacas, psiquiátricas, neurológicas, endocrinasdegenerativas y crónicas.

Cabe destacar que el diagnóstico de una enfermedad en concreto no supone la incapacidad permanente del conductor de volver a conducir, sino que "dependerá de la evolución de la enfermedad y de la condición física del paciente", como apuntan en la DGT. En el caso de no superar las pruebas pertinentes y sin embargo seguir conduciendo, las multas pueden llegar a ser de hasta 6000 €.

Entre las diferentes enfermedades en provocar que la DGT impida la obtención o renovación del carnet ya sea de forma temporal o permanente se encuentran la apnea del sueño y la disnea permanente, enfermedades vasculares, la disección o el aneurisma, dolencias oncológicas o enfermedades psiquiátricas como demencia, trastorno de ansiedad,  TOC, TDH, trastorno del desarrollo intelectual trastorno de la personalidad, trastorno del sueño y depresión.