Desde su debut en 1975, el Polo ha pasado por siete generaciones, adaptándose a las cambiantes demandas del mercado. Aunque la estricta normativa Euro 7 amenazaba su continuidad, el retraso de su implementación hasta 2030 ha permitido al Polo seguir adelante con actualizaciones mínimas hasta su eventual reemplazo por un modelo eléctrico. El Volkswagen ID.2, previsto para ser fabricado en Martorell, se presentará en el Salón del Automóvil de Múnich en 2025.
Sin embargo, el Polo dejará de fabricarse en España. El último Polo ensamblado en la planta de Landaben ha salido de fábrica. El pequeño utilitario alemán dejará de fabricarse en Navarra para siempre. El adiós del Volkswagen Polo marca un momento histórico para la planta de VW en Navarra. Desde que el primer Polo salió de la línea de montaje en marzo de 1984, se han producido más de 8.422.161 unidades en España. Este icónico utilitario alemán, que ha sido parte de la vida cotidiana de muchos, se despide dejando un legado imborrable en la industria automotriz española.
La fabricación del Volkswagen Polo se traslada a África
Cabe decir que el Volkswagen Polo no desaparecerá del mercado europeo, pero su producción se trasladará a Kariega, Sudáfrica. Michael Hobusch, presidente de Volkswagen Navarra, expresó: "El Polo nos ha dado todo, un pasado y un presente sólidos que nos permiten proyectarnos con confianza hacia el futuro eléctrico". Este sentimiento refleja el reconocimiento del papel crucial del Polo en la historia de Volkswagen y su legado perdurable.
Mirando hacia adelante, la planta de Navarra se transformará en un centro de producción de vehículos eléctricos. A partir de 2026, se espera que los modelos Skoda Epiq y Volkswagen ID.2 X, ambos SUV del segmento B, comiencen a salir de esta planta. Estos nuevos modelos, basados en la plataforma MEB Entry, representan el compromiso de Volkswagen con la movilidad sostenible y la innovación tecnológica.
VW prepara la planta de Navarra para la fabricación de coches eléctricos
La transformación de la planta de Landaben requerirá una inversión significativa de 1.024 millones de euros para adaptarse a la producción de coches eléctricos. Sin embargo, esta transición no está exenta de desafíos. Trabajadores y sindicatos han expresado su preocupación por la disminución temporal de la producción, que se espera caiga a 250.000 unidades en 2024 y 150.000 en 2025 antes de recuperarse en 2026.
Los sindicatos han resaltado la necesidad de acuerdos para gestionar la reducción de la jornada laboral, afectando a aproximadamente 2.000-2.300 empleados. La frase recurrente, "Hay que reducir la jornada", refleja la urgencia de encontrar soluciones durante este periodo de transición. La adaptación a la nueva era de vehículos eléctricos traerá tanto desafíos como oportunidades, mientras la planta de Landaben se prepara para un futuro prometedor en la industria automotriz.
En cuanto a la última unidad fabricada, se trata de un Polo azul configurado con un motor 1.0 TSi de 95 CV, caja de cambios manual de cinco marchas y acabado Life. Esta última pieza de historia se quedará en España, simbolizando el final de una era. Mientras tanto, los modelos T-Cross y Taigo, ambos SUV, continúan siendo producidos en Navarra, preparando el terreno para el futuro eléctrico de la planta.