Ebro, una marca que muchos españoles recuerdan con nostalgia de los años 80, está regresando al mercado automovilístico con una estrategia sorprendentemente similar a la de MG. Al igual que la firma británica, Ebro está haciendo uso de la tecnología china y del atractivo de una marca familiar para ofrecer vehículos con precios competitivos en el mercado español, que tradicionalmente ha sido un territorio difícil debido a su poder adquisitivo más limitado comparado con otros países de la UE.
Aprovechando el legado y reconocimiento de su nombre, Ebro busca replicar la fórmula de éxito de MG, que ha ganado terreno en Europa gracias a productos que ofrecen una excelente relación calidad-precio. Aunque MG es hoy propiedad del gigante chino SAIC Motors, su fama histórica ha sido clave para su resurgimiento en Europa. Ebro está siguiendo un camino similar, esta vez de la mano del fabricante chino Chery, que le suministra la base técnica para sus nuevos modelos SUV. En lugar de crear vehículos completamente nuevos, Ebro adapta modelos existentes de Chery, ensamblándolos en Barcelona y adaptándolos al mercado español, un enfoque que promete acercarla al público con una marca nacional y productos bien ajustados a las expectativas y bolsillo local.
EBRO está de vuelta
Inicialmente, el plan de Ebro era dedicarse a vehículos eléctricos comerciales como furgonetas y pick-ups, aprovechando la infraestructura que dejó Nissan tras su salida de la Zona Franca de Barcelona. Sin embargo, tras la alianza con Chery, la marca ha cambiado su enfoque hacia los SUVs compactos y familiares de tipo C-SUV y D-SUV, más atractivos para el consumidor actual y con potencial de capturar una parte importante del mercado español, en crecimiento hacia el segmento de los SUV de bajo costo.
El Ebro S700 y el S800 serán los modelos insignia de esta nueva etapa de la marca. El primero, el S700, es un C-SUV accesible que se lanzará a un precio inferior a los 30.000 euros, ideal para competir con modelos populares en España como el Hyundai Tucson o el Kia Sportage. En cambio, el S800 es un D-SUV más grande, con 4,72 metros de largo, configurado para ofrecer una mecánica híbrida enchufable que alcanza los 347 CV en su versión más potente. Este modelo, cuya estructura proviene del Chery Tiggo 8 Pro, aspira a enfrentar a pesos pesados como el Toyota RAV4 y el Kia Sorento. La posibilidad de ofrecer una versión a precio reducido de un SUV híbrido en el mercado español puede ser una de las claves del éxito de Ebro.
A pesar del entusiasmo, el camino de Ebro no está exento de obstáculos. La producción en Barcelona, que estaba prevista para comenzar este año, se ha visto retrasada. Una posible causa de esta demora es la reciente recomendación del gobierno chino de suspender temporalmente inversiones en Europa debido a los nuevos aranceles de la Unión Europea sobre automóviles fabricados en China, lo que podría afectar a proyectos como el de Ebro.
En cualquier caso, Ebro cuenta con un plan de negocio sólido, al alinear el atractivo nostálgico de una marca histórica española con la eficiencia y tecnología de un gigante chino como Chery. Con esta combinación, la icónica marca de los 80 podría volver a brillar, posicionándose como la MG española y revitalizando el mercado de SUV asequibles con una clara identidad local y tecnología avanzada, una mezcla que ha demostrado ser exitosa para MG en Europa y que podría ser la clave para el resurgimiento de Ebro.