Es el coche número 1 en Europa y por 13.190 euros supera al Volkswagen T-Roc y al Tesla Model Y

El mercado europeo ha sido siempre uno de los mercados más importantes para la inmensa mayoría de fabricantes a nivel mundial. En este sentido, si bien es cierto que muchos se quedaron con la boca abierta cuando vieron que el pasado 2023 no fue otro que el Tesla Model Y, un SUV eléctrico, el que reinó en las carreteras europeas, no es que sea ningún secreto que el modelo que está reinando en este 2024 no es precisamente ni un modelo eléctrico ni un modelo premium como es el caso del tesla, sino más bien un utilitario que no ha hecho otra cosa que ir ganando poco a poco peso de los principales mercados europeos.

Ese modelo no es otro que el Dacia Sandero, la auténtica revelación en las carreteras europeas en los últimos años y un modelo que, si bien es cierto que se puso a la venta en muchos mercados europeos hace ya muchos años conversión es extremadamente sencillas, sus constantes mejoras con las nuevas generaciones y con el paso del tiempo han provocado que sean muchos los que ahora sí que lo vean como una opción interesante, sobre todo por su precio.

El Dacia Sandero no tiene rival en Europa

Convertirse en el coche más vendido en las carreteras europeas no es que sea precisamente una tarea sencilla, sobre todo teniendo en cuenta que es un mercado en el que cada país acaba teniendo sus propias necesidades y, sobre todo, un poder adquisitivo bastante diferente, especialmente entre los mercados del norte y los mercados del sur.

Pero el hecho de que la versión de acceso de este modelo tengo un precio de partida que se queda justo por encima de los 13.000 € lo convierte en una opción realmente tentadora aunque, eso sí, cabe destacar que la versión de acceso de este modelo no es precisamente la más vendida.

El hecho de que este modelo haya superado a opciones tan asentadas en las carreteras europeas como es el caso del Tesla o del Volkswagen T-Roc, entre muchos otros, no hace otra cosa que evidenciar que, al menos en las carreteras del viejo continente, cada vez son más los conductores que ven con buenos ojos a los modelos low-cost.