Los que han seguido atentamente todas y cada una de las noticias relacionadas con Fiat en los últimos meses sabes muy bien que el fabricante italiano, un fabricante que forma parte del gigante de la industria europea Stellantis, está teniendo varios problemas con el gobierno de su país.

Es más, no son pocos los que recuerdan una de las últimas polémicas protagonizada por una marca de Stellantis, Alfa Romeo, y por el que está llamado a ser uno de los modelos más importantes, el Junior.

 

Y es que este modelo se presentó oficialmente con el nombre de Milano, el nombre de la ciudad italiana, pero el gobierno italiano, teniendo en cuenta que este modelo no se va a fabricar en tierras italianas sino en Polonia, le dejó muy claro al fabricante que debería cambiar su nombre para no caer en más problemas. Fue entonces cuando Alfa Romeo decidió cambiar ese nombre y adoptar la nueva denominación, Junior.

La bandera de Italia en el Topolino, un problema para Fiat

Y ahora ha sido Fiat la que se ha encontrado con un problema similar. En este caso el protagonista no es otro que el Topolino, un pequeño cuadricilo eléctrico que, si bien es cierto que saben muy bien en la marca italiana que no se va a convertir en todo un éxito de ventas como su 500, no deja de ser una apuesta atractiva entre los modelos eléctricos.

El problema en este caso es que este modelo cuenta con una pequeña bandera italiana en uno de sus laterales, un guiño de la marca para dejar muy claro que su diseño ha sido concebido en Italia, pero que de nuevo, teniendo en cuenta que este modelo se fabrica en Marruecos, no encaja con los planes del ejecutivo del gobierno italiano a la hora de proteger la imagen del país con la ley ‘Made in Italy’.

 

Un problema que ha llevado a que el gobierno italiano vaya confiscado más de 130 unidades de este modelo que habían llegado en un barco al puerto de Livorno. Como no podía ser de otra forma y para lo buscas en los problemas, enfriado han decidido retirar este elemento del diseño de sus modelos. Un nuevo capítulo en una guerra abierta desde hace ya años entre Stellantis y el gobierno italiano.