Dacia es una marca que no deja de crecer en España y en Europa. Una mara que ha basado su éxito en dos estrategias comerciales muy claras y que se complementan la una a la otra.

Por un lado, como es más que de sobras conocido, su apuesta por los precios bajos. Precios más bajos en la inmensa mayoría de sus modelos que los de los generalistas. Con equipamientos en muchos casos de menor entidad que sus rivales y con detalles en los interiores o en los materiales, Dacia consigue reducir el coste de fabricación de sus modelos y, así, reducir también el precio de partida de sus modelos.

Por otro lado, otro de los grandes aciertos de la marca en el viejo continente ha sido su apuesta por los motores bifuel, motores que pueden funcionar con gasolina así cómo con Gas Licuado del Petróleo (GLP).

Este tipo de mecánicas no tan sólo ofrecen un consumo mucho más bajo en cuanto a coste por kilómetro, sino que además permiten a todos los Dacia que los utilizan contar con la etiqueta ECO de la DGT, uno de los principales motivos de su éxito en nuestro país.

Hasta ahora, teniendo en cuenta que el GLP era, teniendo en cuenta el coste por kilómetro, mucho más barato que la gasolina o el diésel, muchos veían en este tipo de motores una solución para ahorrar y de paso tener también la etiqueta ECO.

La guerra den Ucrania puede ser determinante para el futuro del Dacia Jogger

En Dacia eran tan conscientes del éxito de este tipo de motores que han decidido, al contrario de lo que ocurre con las gamas del Sandero y del Duster, que tiene variedad en cuanto a motores, dotar a su nuevo Jogger tan sólo con motores de GLP.

Una apuesta que, hasta hace poco, tenía mucho sentido teniendo en cuenta que eran cada vez más los que optaban por este tipo de mecánicas. El problema es que, si ya hacía unos meses que los precios de los combustibles, sobre todo gasolina y diésel, se estaban disparando, el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania tras la invasión de los rusos, los precios del gas y del petróleo se van a disparar en Europa.

 

Entre otras cosas, porque, teniendo en cuenta que en torno al 33% del gas natural consumido en Europa y el 20% del petróleo vienen de Rusia, las sanciones económicas impuestas a Rusia por parte de la Unión Europea por su invasión a Ucrania van a provocar que los precios se disparen, y mucho.

Por suerte para el Jogger, este modelo no tan sólo funciona con GLP, sino que utiliza también gasolina, por lo que al menos puede ‘jugar’ en este sentido con los dos carburantes. Lo que es evidente es que, al menos ahora, teniendo en cuenta lo que está pasando en Europa, quizás ya no sean tantos los que vean este tipo de modelos como una alternativa más barata a la gasolina.