Es de sobras conocido que, si bien es cierto que la inmensa mayoría de los conductores que piensan en un coche eléctrico lo hacen directamente pensando a la vez en un Tesla, entre otras cosas porque la marca americana puede presumir de ser una de las referencias, hay otro fabricante que está poniendo contra las cuerdas a tesla desde hace ya unos cuantos años.
Esa marca no es otra que BYD, una marca china que ya puede presumir de ser la líder a nivel mundial sumando sus ventas de coches eléctricos y coches híbridos enchufa hables y que le disputa el liderato de los coches eléctricos a nivel mundial a Tesla desde hace un par de años.
En este sentido, si bien es cierto que el peso de este fabricante en Europa es aún menor, entre otras cosas porque ha llegado a nuestro mercado hace poco, en China BYD es toda una referencia, y quiere serlo también a nivel mundial, de ahí que hay anunciado una nueva tecnología que va a poner en serios apuros uno de los grandes objetivos de Tesla, que no es otro que el de convertirse en la referencia en coches con conducción autónoma.
BYD presenta su nueva tecnología de conducción autónoma
Este caso estamos ante un sistema que en la marca china al denominado God’s Eye, traducido como Ojo de Dios, y que, diferencia de lo que ocurre con este tipo de sistemas en la marca americana, en el fabricante chino pretenden que todos y cada uno de sus modelos cuenten con él, incluso desde el más barato de todos.
En concreto la versión que llegará a los BYD será la God's Eye C o DiPilot 100, un sistema que cuenta con 12 cámaras y radares (3 de visión frontal, 5 panorámicas y 4 de visión envolvente), 5 cámaras de ondas milimétricas y 12 sensores de radar ultrasónico que permitirán leer la carretera 300 metros por delante y en 360 grados que a su vez permitirá opciones como aparcar el coche remotamente a través del móvil así cómo adelantar en conducción autónoma por carretera.
Eso sí, desde BYD ya apuntan que esta versión C (hay una versión A y una versión B destinada a las marcas premium YangWang y Denza) pensada casi exclusivamente para un uso urbano, y evidentemente dependiendo de las diferentes restricciones y normativas de los diferentes mercados.