Es de sobras conocido que la llegada de los motores eléctricos ha provocado una auténtica revolución en la industria del automóvil. En este sentido, como suele ser habitual cada vez que llega una nueva tecnología, las estrategias y los planes de las diferentes marcas son muy diferentes al respecto, por lo que solo el tiempo acabará dictaminando cuáles han sido las marcas que han optado por la estrategia ganadora.

No es que sea ningún secreto que dos de las marcas japonesas más potentes a nivel mundial, Honda y Toyota, están dejando muy claro que, si bien es cierto que no le digan que en un futuro no muy lejano los modelos eléctricos pueden acabar siendo determinantes, elementos y nos van a seguir apostando por los motores de combustión y los motores híbridos como su principal arma, entre otras cosas porque están demostrando, sobre todo en el caso de Toyota, que es una apuesta aún más que ganadora.

 

De hecho, no ha sido otro que el responsable de Honda en Estados Unidos, uno de los mercados más importantes para la marca de Japón, el que ha sido muy claro al respecto de la oposición de la marca sobre la imposición de los coches eléctricos según qué mercados Y de todo el relato que se está creando en torno a este tipo de coches.

El responsable de Honda en EE.UU. no se muerde la lengua

“No podemos obligar a la gente que vive, por ejemplo, en zonas donde no hay estaciones de carga. Incluso con incentivos no cambiarán de los motores de combustión a eléctricos. Necesitamos preparar el ecosistema gradualmente y dejar que migren poco a poco”, ha apuntado Kazuhiro Takizawa asegurando además que “no se puede obligar al cliente a cambiar de opinión”.

 

Eso sí, que en Honda se estén tomando las cosas con mucha más calma respecto a otros fabricantes no significa que la marca japonesa no entiende que a largo plazo la apuesta debe ser la de los eléctricos. Así lo apuntado Takizawa, que asegura que “Los vehículos eléctricos de batería son los más eficaces para alcanzar la neutralidad de carbono, por lo que mantendremos nuestra visión a largo plazo y esperamos que este ecosistema cambie paso a paso”.

Unas declaraciones que, si bien es cierto que evidentemente me gustan los amantes de los coches 100 × 100 eléctricos, lo hacen otra cosa que reflejar la realidad de una industria que está intentando ir demasiado rápido en una transición que puede ser muy problemática para algunos fabricantes.