Por mucho que en Honda no puedan presumir de tener una cuota de mercado enorme en nuestro país, los japoneses sí que pueden presumir de tener algunos de los modelos más interesantes en nuestras carreteras.
Y es que uno de los grandes argumentos a favor que ha tenido siempre este fabricante es que adoptado por diseños claramente diferenciados del resto y, a su vez, una fuerte apuesta por novedades tecnológicas que convierten a sus opciones en coches realmente interesantes.
Un buen ejemplo de ello es su apuesta en el segmento de los SUV compactos, el ZR-V, un modelo muy interesante a nivel de diseño y que apuesta también por contar con un motor híbrido auto recargable que le permite ser una competencia directa a modelos tan sentados en nuestro país como es el caso del Toyota RAV4, el Hyundai Tucson, el Kia Sportage o el Nissan Qashqai en sus versiones HEV.
El Honda ZR-V se convierte en un modelo aún más interesante
La parte positiva para los que ya tenía en mente hacerse con este modelo es que Honda ha optado ahora por ampliar su gama de equipamientos, poniendo a la venta una versión de acceso más barata respecto a las que había hasta ahora. Así, el nuevo acabado y llamado Elegance se posicionó como el acabado de acceso al modelo, aunque eso no significa que no llegue muy bien dotado de serie.
Con un precio de partida de 39.550 euros, este acabado acaba siendo casi 3000 € más barato que los acabados superiores llamados Sport, que tiene un precio de 42.850 € y Advance, con un precio de 43.350 €.
Lo que no cambia evidentemente es su apuesta mecánica, un híbrido auto recargable de 184 caballos de potencia que le permite lucir la etiqueta ECO de la DGT siendo así uno de sus grandes argumentos de venta y, además, llega asociado a una transmisión automática que acabó ofreciendo un consumo de 5,7 l a los 100, un consumo más que moderado para un modelo de su peso y de sus dimensiones.
De los aspectos más curiosos de este modelo es que en este motor, a diferencia de lo que ocurre con otros híbridos auto recargables, el motor de gasolina tan solo tiene la función de generar energía para que sea el motor eléctrico el que siempre se encarga de mover al coche, lo que acaba ofreciendo consumos más bajos que algunos de sus rivales directos.