La movilidad eléctrica avanza muy despacio en España, un país que se sitúa a la cola en los que refiere a indicadores globales de electromovilidad, que son los que cuantifican el porcentaje de vehículos eléctricos sobre el total y la disponibilidad de infraestructuras públicas de recarga.  La situación preocupa, y mucho, a fabricantes como Tesla.

Y es que, aunque durante el primer trimestre de 2022 se ha logrado un crecimiento de 1,4 puntos respecto al periodo anterior y se ha conseguido alcanzar la cifra de 13,3 puntos sobre 100 en el Barómetro de electromovilidad de ANFAC, estamos aún muy lejos del resto de Europa, donde la media es 15 puntos sobre 100. Los propietarios de marcas como Tesla tienen serias dudas sobre el futuro eléctrico de la movilidad en España.

 

Lento progreso

El barómetro de ANFAC refleja el lento progreso de España en el ritmo de desarrollo de la electromovilidad en nuestro país y adelante que, si queremos estar al día, en 2022 va a hacer falta que se tripliquen las infraestructuras existentes. Es lo que necesitan marcas como Tesla y el resto de firmas que se han decidido por el coche eléctrico.

EuropaPress punto recarga repsol

 

Las ventas no despegan

Tampoco el mercado acompaña, ya que, ante la incertidumbre sobre la disponibilidad de puntos de recarga, los conductores no se deciden. El objetivo para este año 2022 se sitúa en 120.000 matriculaciones de turismos electrificados, que es justo el doble de lo alcanzado en 2021. El problema es que, hasta marzo de este año, tan solo se han vendido 17.704 coches electrificados. España se sitúa en el grupo de países en los que menos crece la media junto a otros como Italia, Hungría, o la República Checa (+0,5 puntos). El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) fija, como objetivo para 2030, disponer de un parque de 3 millones de turismos electrificados en 2030. Y estamos muy lejos. El camino del litio es largo y estamos en las primeras etapas.