El proceso de transformación y cambio que se está llevando a cabo la industria de automóvil está provocando situaciones muy diferentes en marcas muy importantes a lo largo de la historia de esta industria.
Mientras que muchos fabricantes han sabido dar con la tecla a la hora de ir desarrollando y ampliando su gama de coches eléctricos apostando también por los motores de combustión y que está doble apuesta esté dando resultado, hay otros fabricantes que han visto como sus apuestas no han dado resultados y, de hecho, están en una situación muy delicada.
Un claro ejemplo de ello es Jaguar, el histórico fabricantes de coches de lujo británico que, como bien saben los que siempre han estado atentos a sus novedades, anunció hace ya un tiempo que la marca va a sufrir un proceso de transformación radical, convirtiéndose en una marca 100 × 100 eléctrica y entrando en una nueva fase en la que su intención inicial era la de convertirse en una marca incluso más lujosa.
Jaguar no lo tiene precisamente fácil
Pero los problemas para este fabricante están siendo más que notables, entre otras cosas porque su oferta actual es muy reducida, el proceso de creación de nuevos coches eléctricos está haciendo mucho más lento de lo que debería y, cómo no, sus cifras de ventas y sus ingresos están cayendo de forma notable.
No es casualidad entonces que el máximo responsable del fabricante se haya mostrado muy preocupado en las recientes declaraciones en las que ha dejado muy claro que la situación en la marca no es que sea la mejor.
“Ha sido muy frustrante decir que vamos a hacer todo eléctrico y luego ‘nada’. Jaguar está en una encrucijada. Jaguar tenía la opción de elevarse desde el espacio premium y convertirse en una marca de superlujo” o “No se trata de solo de nuevos coches, es una reinvención completa de la marca. Con cada decisión que tomamos, nos preguntamos ‘¿Esto hará que la gente piense en Jaguar de la forma que necesitamos?’ Si no les hace querer pagar 120.000 £ (142.000 €), no lo hacemos”, ha apuntado Rawdon Glover, el CEO de Jaguar.
Un Glover que ha apuntado también que “Decidimos esta estructura en 2021, pero los coches no aparecen de la noche a la mañana. Necesitamos que la marca vuelva a cuando hacíamos coches bonitos y deseables, no en grandes cantidades ni con una extensa cartera de modelos”, por lo que parece evidente que el camino que ha tomado Jaguar no es que sea precisamente fácil.