Desde que se fundó en 1922, Jaguar ha pasado por diferentes manos: hasta 1966, funcionó como marca independiente y; después, y hasta 1984; formó parte de la extinta British Motor Company. Desde 1984 a 1989 fue, de nuevo, una compañía independiente y entre 1989 y 2008 formó parte del grupo Ford. Hoy, en concreto desde 2008 y al igual que Land Rover, es propiedad del grupo indio Tata Motors. 100 años después de su fundación, la firma británica es, sin duda, sinónimo de lujo, calidad y prestigio, pero en España tiene un problema: lleva meses sin colocar uno de sus vehículos en el Top 100 de coches más vendidos.
Un amplio catálogo
El catálogo actual de Jaguar incluye excelentes berlinas como el XJ, que pasa de los 90.000 euros, el XE, que sale por algo más de 51.000, o el XF, que se acerca a los 60.000. Dispone también de un familiar, el XF Sportbrake, que sale también por unos 60.000 euros y de dos deportivos, el descapotable F-Type, que cuesta 76.000 euros y el F-Type Coupé, cuyo precio alcanza los 72.000.
La gama se completa con un amplio abanico se SUV: el más económico es el E-Pace, que cuesta 42.000 euros, y, por encima están el F-Pace, que sale por 62.000, y el I-Pace, el primer eléctrico de la marca. Su precio es de 81.100 euros. El E-Pace y el F-Pace disponen de versiones híbridas y aunque de ellos se ven bastantes unidades por las calles y carreteras españolas, ninguno se cuela en el Top-100 de junio.
¿Qué hacer?
Plantear una solución al dilema se antoja difícil: los Jaguar son coches bonitos, con buena mecánica y excelente equipamiento, pero su precio es muy elevado y el mercado los considera un paso por detrás de otras marcas Premium. Tata Motors deberá empezar a hacerse preguntas si quiere sacarle provecho a la marca.