El mundo del motor en Europa ha recibido una noticia inesperada y controvertida: Jeep ha decidido retirar del mercado europeo el icónico Grand Cherokee, marcando el fin de una era. En el Salón del Automóvil de Bruselas, Eric Laforge, responsable de la marca, detalló una hoja de ruta que incluye la desaparición de este modelo para dar paso al Wagoneer S, un SUV completamente eléctrico. Esta decisión supone un cambio radical en la estrategia de la marca americana, que busca apostar por la electrificación total en los próximos años.

El Jeep Grand Cherokee ha sido una referencia en el segmento de los SUV de lujo, pero sus cifras de ventas no han respaldado su permanencia en el mercado europeo. Durante 2024, solo se matricularon 75 unidades en España, y la situación no fue mucho mejor en otros países de la región. Este bajo rendimiento comercial, junto con las crecientes normativas de emisiones en Europa, ha llevado a Jeep a tomar esta decisión drástica, dejando atrás uno de sus modelos más emblemáticos.

Jeep se carga uno de sus modelos más premium

La llegada del Wagoneer S, un SUV híbrido enchufable, y su posterior evolución a un modelo completamente eléctrico, será el reemplazo del Grand Cherokee en Europa. Sin embargo, muchos expertos consideran que este movimiento no resolverá los problemas de la marca en la región. Los consumidores europeos, especialmente en el segmento premium, aún muestran una fuerte resistencia a abandonar los vehículos tradicionales por completos eléctricos, lo que podría limitar el éxito del Wagoneer S.

La retirada del Grand Cherokee genera ciertas dudas. Con un precio que supera los 100.000 euros, las ventas del modelo eran limitadas, pero en su versión eléctrica debe demostrar su capacidad para conquistar a los compradores. Más aun en un mercado en el que los coches eléctricos no terminan de arrancar.

Está por ver si es capaz de mejorar los números de su antecesor

En este contexto, la decisión de no optimizar el Grand Cherokee y adaptarlo a las exigencias europeas resulta difícil de entender. Una ligera mejora en sus emisiones podría haber permitido que siguiera en venta, especialmente considerando que sigue siendo un modelo altamente valorado en otros mercados globales. Sin embargo, la estrategia de Jeep parece enfocada en un futuro completamente eléctrico, independientemente de las preferencias actuales de los consumidores.

Esta retirada también pone en duda la capacidad de la marca norteamericana para competir en el segmento de lujo en Europa, donde rivales como el Cadillac Lyriq están empezando a ganar terreno. Mientras que otras marcas ofrecen una transición más gradual hacia la electrificación, Jeep ha optado por una solución radical que podría costarle caro en términos de imagen y ventas en la región.