Durante décadas, Lada fue sinónimo de coches rudos, sencillos y asequibles, ideales para enfrentarse a los duros inviernos rusos. Sin embargo, la marca ha iniciado un cambio radical que busca modernizar su imagen y competir en el mercado internacional con modelos más avanzados. A pesar de los desafíos, especialmente tras la salida de Renault debido al conflicto entre Rusia y Ucrania, la firma rusa ha demostrado que sigue en pie y lista para sorprender.
Uno de los momentos clave en este renacimiento de Lada ha sido la reciente visita de Vladimir Putin a las instalaciones de AvtoVAZ, algo que no ocurría desde hacía 14 años. La marca aprovechó la ocasión para revelar al mundo sus ambiciosos planes, mostrando prototipos de sus futuros modelos que llegarán antes de 2027. Entre ellos, destacan dos crossovers y un familiar, diseños que marcan una ruptura total con la imagen clásica de la compañía.
Lada prepara una ofensiva que se completará en 2027
El primer modelo de esta nueva era será el Lada B-Cross, previsto para 2026. Basado en la arquitectura del Vesta, este SUV compacto ha sido calificado por sus diseñadores como una auténtica "bomba" en términos de diseño y tecnología. Aunque todavía no se han mostrado imágenes oficiales, se comenta que contará con luces LED, una barra luminosa trasera, techo panorámico y escapes ocultos tras los paragolpes, elementos que lo acercan a los estándares europeos.
Además del B-Cross, Lada trabaja en un nuevo familiar de tres filas de asientos con estilo crossover, pensado para familias que buscan versatilidad sin renunciar a un diseño moderno. Pero sin duda, el modelo que más expectación genera es el denominado proyecto T-034, que marcará el regreso del Lada Niva en una versión completamente renovada.
La influencia de Renault es evidente
Este icónico todoterreno ruso, que en su última actualización fue bautizado como Lada Niva Legend, mantendrá detalles clásicos como los intermitentes sobre el capó y los faros redondos, pero con líneas más angulares y una estética claramente influenciada por el Dacia Duster.
Curiosamente, la similitud con el Duster no es casualidad. Antes de la ruptura con Renault, el plan original de AvtoVAZ era desarrollar este modelo bajo la misma plataforma de la marca rumana. Aunque los rusos cancelaron oficialmente el proyecto, está claro que han seguido adelante con un diseño inspirado en lo que ya tenían sobre la mesa. De hecho, también han trabajado en un nuevo motor de gasolina de 1.8 litros y 135 CV, lo que demuestra que no dependen completamente de la tecnología occidental.