Si no puedes derrotar a tu enemigo, lo mejor que puedes hacer es unirte a él. Eso es lo que seguramente pensaron hace ya un tiempo en Stellantis, el gigante de la industria europea que cuenta en sus filas con marcas como Peugeot, Citroën, Opel o Fiat, entre muchas otras.
Y es que no es que sea precisamente ningún secreto que, por mucho que las marcas europeas, americanas y japonesas se hayan puesto las pilas en los últimos años en lo que se refiere a los coches 100 × 100 eléctricos, el mercado chino está muy avanzado respecto al resto en este sentido, y son muchos los fabricantes chinos que llevan mucha ventaja respecto al resto.
Así, si bien es cierto que todas estas marcas europeas están lanzando en los últimos años propuestas eléctricas muy interesantes, en la inmensa mayoría de los casos son propuestas que se sitúan por encima en cuanto precio respecto a las propuestas que están llegando de coches eléctricos chinos a Europa.
Stellantis juega una carta ganadora en Europa
Es por eso que, al margen de seguir potenciando sus gamas de eléctricos con sus marcas europeas, en Stellantis decidieron hace ya un tiempo comprar el 51 % de la participación de una marca de coches eléctricos China, en este caso Leap Motor. La idea no es otra que la de convertir este fabricante en también uno de los fabricantes de coches eléctricos baratos más potentes en Europa.
Es más, ya se sabe que será a partir del próximo mes de diciembre cuando este fabricante empezar a vender sus modelos en mercados como Francia, Italia, Alemania, Países Bajos, Portugal, Grecia, Bélgica, Rumanía y España. Se sabe también que sus dos primeros modelos que se pondrán a la venta serán el C10, un SUV del segmento D y el T03, un pequeño urbano que está llamado a convertirse en la referencia de este fabricante de las carreteras del viejo continente, entre otras cosas porque tendrá un precio muy comedido.
Veremos hasta qué punto esta estrategia claramente diferenciada por parte de Stellantis acabará teniendo o no pues los resultados a nivel comercial, pero lo que parece evidente es que marcas como Dacia o MG, referencias entre las low-cost, van a tener dentro de poco un nuevo rival.