Como bien saben todos aquellos propietarios de un coche, cada cierto tiempo es obligatorio pasar la ITV, una revisión oficial que garantiza que el modelo se encuentra en perfectas condiciones para seguir circulando. Evidentemente, a medida que van pasando los años y el coche se va volviendo más veterano cada menos tiempo, incluso siendo obligatorias cada dos años o cada año en el caso de los modelos más antiguos.

Normal, como bien saben todos los conductores, es que si el coche ha pasado por las pertinentes revisiones de los talleres oficiales y en estos han asegurado que todo está correcto, pasar la ITV no sea ningún caso ningún problema. Sin embargo, sí que hay algunas situaciones que pueden provocar algún disgusto en este sentido para conductores que, incluso sin saberlo, no han logrado pasarla.

Los neumáticos, claves para pasar la ITV

Uno de los puntos fundamentales a la hora de pasar satisfactoriamente la ITV son los neumáticos de nuestro coche. Cabe destacar que, si acudimos a hacer la revisión técnica oficial con los neumáticos que llegan de fábrica, no tendremos ningún problema en este sentido. Sin embargo, si por algún motivo hemos quedado que cambiar los neumáticos, ya sea por un pinchazo o por el desgaste y no hemos acudido a los talleres oficiales y nos han puesto los neumáticos recomendados por el fabricante, es muy probable que no superemos la ITV.

Neumáticos

Entre otras cosas porque los técnicos que llevan a cabo la revisión se fijan, especialmente, en unas letras que aparecen en los neumáticos. En este caso las letras indican la velocidad máxima a la que puede circular el modelo en cuestión durante 10 minutos sin que los neumáticos sufran consecuencias.

Evidentemente esta especificación técnica de reconducir con la hoja técnica del vehículo, por lo que, si acudimos a realizar la ITV con unos neumáticos que tienen una velocidad inferior a la recomendada no lograremos superar el proceso. Respecto a las letras en cuestión, es habitual que todos los coches lleven como mínimo unos neumáticos cuyo código de velocidad sea M o N, que significa que su velocidad máxima es de 130 y 140 km/h. Eso sí, la mayoría de los turismos tienen el código S (180 km/h) y T (190 km/h), mientras que las letras V (240 km/h), ZR (más de 240 km/h), W (270 km/h) o Y (300 km/h) aparecen en los neumáticos de los coches de altas prestaciones.

En cualquier caso, lo más habitual este pequeño detalle no sea un problema, sobre todo si los neumáticos son los que llegan de fábrica con el coche o son los del propio fabricante. Eso sí, si han sido sustituidos por algún motivo, deberemos fijarnos muy bien antes de acudir a la ITV para no llevarnos una desagradable sorpresa.