Fue hace ya muchos años cuando Ikea, una de las empresas suecas más famosas a nivel mundial, si no la más famosa, decidió poner patas arriba la industria de la decoración y del hogar con una idea revolucionaria: vender muebles sin montar y que fueran los propios usuarios los que se los montaron en casa, de tal manera que así podían ser muebles mucho más baratos y, sobre todo, más fáciles de transportar y de fabricar.

No es que sea precisamente ningún secreto que Ikea se ha convertido en la referencia de muchos que buscan todo tipo de soluciones para la casa, teniendo en cuenta que son opciones mucho más baratas que en otro tipo de empresas y que en la inmensa mayoría de los casos requieren eso sido un montaje.

Y esa es la idea que ha servido de base para que otra empresa sueca, en este caso Luvly, quiero empezar una pequeña revolución en la industria del automóvil a base de vender coches que, si bien es cierto que no tendrán que montar precisamente los usuarios por un tema de seguridad, sí que tendrán un precio mucho más bajo a través de su sistema de montaje.

El eléctrico Luvly 0, un eléctrico a lo Ikea

El principal objetivo de la marca es la reducción de costes en todo el proceso, desde la fabricación hasta la distribución, de ahí que vean en Ikea un buen ejemplo. De esta forma, las piezas del coche caben en cajas planas de medidas muy ajustadas, lo que les permite enviar ni más ni menos 20 vehículos en los contenedores en los que habitualmente caben 4.

 

Estos paquetes planos se envían a una fábrica de automóviles que se encarga de ajustar todas las piezas, entre otras cosas por un tema evidentemente de seguridad. Como no podía ser de otra forma, esta idea pasa por un coche eléctrico, el Luvly 0, que tiene un pequeño motor y una pequeña batería que le permite tener unos 100 kilómetros de autonomía y, eso sí, un precio de unos 10.000 euros.

De momento el proyecto está en una fase muy avanzada, aunque aún faltan algunos procesos para que se ponga definitivamente a la venta. Lo que es evidente es que es una idea más que interesante para reducir gastos de fabricación y así poder ofrecer un precio final también más bajo.