En tiempos de zozobra, y los actuales lo son sin duda, mejor no hacer mudanzas y la compra de un coche, aunque no implique tanto trajín como un traslado, no deja de ser una de las compras más importantes que puede hacer una persona. Por eso, en períodos de crisis como los actuales es normal que las ventas se reduzcan y que, dentro de esa mengua, las que mejor aguanten sean las llamadas marcas Premium como Audi, BMW o Mercedes. Todas bajan, dice la experiencia, pero las marcas de alta gama bajan menos porque la demanda de coches caros es más estable, ya que sus potenciales compradores suelen verse menos afectados por los vaivenes de la economía que el común de los mortales. Ocurre, sin embargo, que este año hay una marca, DS, que rompe esa tendencia.
DS, la marca Premium vinculada a Citroën, crece
La marca francesa, contra pronóstico, ha visto como sus ventas han crecido durante el 2022 un 13,5 % en toda Europa y un 16% en España. Otras marcas del mismo segmento, caso de Mercedes, BMW y Audi, han visto bajar sus ventas en, respectivamente, un 7,4%, un 12,3 % y un 13,6%. Junto a DS, sólo otra marca Premium experimenta crecimiento de ventas. Se trata, en concreto, de Porsche, que ha vendido este semestre un 6,5% más. Las marcas que más sufren son, por este orden, Smart, que ve cómo sus ventas se contraen un 31,7%; Jaguar, que registró una variación negativa del 30,1% y Volvo, que pierde el 27,4% de sus ventas.
¿Por qué se salva DS?
DS es una marca relativamente moderna y sus vehículos, además, no son excesivamente caros pese a poder considerarse Premium. Su modelo estrella, el DS7, se comercializa en versión híbrida por unos 45.000 euros, el DS3 sale por unos 30.000 y el DS4, por 35.000. En un mercado de precios disparados como el actual, se trata de cifras que están en la línea de otras marcas consideradas generalistas. Por ejemplo, Seat vende la versión híbrida del León por 37.000 euros y Citroën pide 38.000 por un C5 Aircross. Premium, a veces, no quiere decir mucho más caro. Y DS es un ejemplo.