No es que sea ningún secreto que en los últimos años han sido varios los fabricantes chinos que han aterrizado en las carreteras europeas de la mano de propuestas cada vez más interesantes es lo que se refiere a relación calidad precio.
De hecho, el interés por parte de la industria China en el viejo continente se ha hecho tan evidente que hoy en día ya podemos encontrar marcas chinas de todo tipo, desde marcas low-cost como es el caso de MG a marcas que apuestan muy fuerte por la tecnología y por los buenos precios en comparación con las marcas clásicas europeas como es el caso de BYD, Omoda o Jaecoo.
Precisamente es un Jaecoo, el 7, el que puede presumir de haber sido ya una de las principales revelaciones en el mercado español en lo que llevamos de año, rozando las 1000 matriculaciones sumando las ventas de enero y febrero y ubicándose en la posición 55. Si bien es cierto que evidentemente tiene muchos coches por delante, se trata de una cifra de ventas muy importante para un modelo que sigue siendo un gran desconocido para la inmensa mayoría de conductores en España pero que, desde luego, se convierte en una de las mejores compras en cuanto a relación calidad precio.
El Jaecoo 7 es una gran opción
Uno de sus grandes argumentos de venta es, como suele ser habitual en este tipo de fabricantes, su excelente nivel en lo que se refiera equipamiento de serie y tecnología, y todo ello por un precio que, siendo un modelo mucho mejor dotado también en lo que se refiera motor, con un diseño más moderno y con un tamaño mayor, lo deja por debajo del Skoda Karoq, entre otros.
Y es que contando con todas las promociones actuales la versión de acceso de este modelo puede llegar a quedarse por debajo de los 28.000 €, una versión de acceso que cuenta con una mecánica de gasolina de 145 caballos de potencia que llega asociado a una transmisión automática, un tipo de transmisión cada vez más demandada en las carreteras españolas y por la que están apostando cada vez más fabricantes.
Son precisamente modelos como este los que más están ayudando a que marcas chinas estén ganando cada vez más peso en nuestro país y que, a su vez, las marcas clásicas exitosas en el viejo continente tengan que mover ficha para contrarrestar su aumento de cuota de mercado.