Nadie se esperaba que un SUV de calidad contrastada, que se puede adquirir en su versión más básica por 30.000 euros y que encarna todas las virtudes de una marca europea que es conocida mundialmente como sinónimo de seguridad, fiabilidad y vanguardia colocase este mes de mayo menos unidades que en abril, pero así ha sido. Hablamos, claro, del Volvo XC40.
Toque de atención
No han sido muchas, en concreto sólo 30, porque el Volvo XC40, que colocó este mes de abril 577 unidades en toda España, sólo ha seducido este mes de mayo a 547 conductores y conductoras. Puede parecer una mengua escasa, pero vistos los guarismos que manejamos, supone en torno a un 5% menos. Todo un toque de atención para quien sepa verlo.
¿Precio?
Buscar una explicación a tal descalabro cuesta, porque el equipamiento del coche es correcto y, como siempre en Volvo, se incluyen cuatro niveles de terminación: Essential, Core, Plus y Ultimate. De serie, se incluyen opciones como los faros LED, la alerta de carril, la instrumentación digital, el sensor de parking, las llantas de aleación y el lector de señales.
Si hablamos de motorizaciones, el Volvo XC40 va igualmente bien servido y permite optar entre el T2 de 129 CV en gasolina, los B3 G y B4 G híbridos ligeros de 163 CV y 197 CV y dos alternativas PHEV con 211 CV o 262 CV. Existe, por supuesto, la opción exclusivamente eléctrica, que alcanza los 408 CV de potencia.
El precio, tratándose de un SUV mediano, es notablemente caro y las malas cifras es casi seguro que derivan de ahí. Los 30.000 euros de la versión de acceso parecen demasiados en un momento en el que el mercado presenta interesantes opciones que son mucho más baratas. Es el caso del Ford Kuga, el Kia Picanto o el Renault Arkana. En Volvo, deberían pensar en nuevas ofertas.