Se acabó: el elegante y deportivo compacto estrella de Mercedes, el Clase A, se va a dejar de fabricar. La estrategia de electrificación que ha activado la marca alemana tiene la culpa y la presentación mundial del Vision AMG le ha pegado el tiro de gracia a este modelo, que desaparecerá sin que haya una generación de relevo.
Muchas víctimas
La estrategia alemana pasa por jugar a favor del máximo nivel de electrificación con eléctricos de batería y de hidrógeno y olvidarse de los híbridos enchufables. El cambio liquida modelos como los Clase A Sedán, los Clase B y el CLA Shooting Brake. Ninguno de ellos tendrá relevo porque los de Stuttgart prescinden de las carrocerías menos demandadas. El último en caer ha sido el Mercedes Clase A, y eso que tenía números para salvarse.
Los SUV no ayudan
Aunque el Clase A es un modelo que ofrece un elevado margen de beneficios a la marca, ya que su versión de acceso sale por unos 40.000 euros, el clase A complica la vida a la marca. Entre los SUV y los eléctricos están arriconando a un modelo en el que, para dominar el mercado Premium, Mercedes ofrece hasta cuarenta opciones. Son muchas, suficiente para volver loco a cualquier vendedor y aunque se trate de todo un Clase A. Lo dicho: no tiene futuro. ¿Qué quedará? los GLA, GLB, EQA, EQB y el CLA, todos desarrollados sobre la nueva plataforma MMA, equipados con un nuevo, y potente software y con versiones híbridas enchufables de nueva generación.