Mercedes tiene actualmente en cartera dos excelentes SUV compactos: el EQA y el GLA. El primero es eléctrico y el segundo, convencional. Los dos tienen una línea que enamora y los dos, por su precio, no están al alcance de cualquiera. Vamos a ver qué ofrece cada uno.
Para presumir, pero sin salir del asfalto
El Mercedes GLA, son sus 4,41 metros de largo y su maletero de 435 litros es un excelente SUV mediano con una línea moderna y deportiva que seduce a cualquiera. Se nos presenta con motores térmicos de gasolina y gasóleo y potencias que van desde los 136 CV de la versión de acceso a los 224 CV de la top de gama. Sus consumos no son modestos: 5,4 litros para las versiones con menos caballos y 7,6 para las más poderosas. Al ser un Mercedes, nobleza obliga, dispone de todos los adelantos y comodidades que se le exigen a un coche de su categoría: el habitáculo es amplio y cómodo, la conectividad es excelente y la seguridad es máxima. Se puede escoger entre tracción delantera y tracción total pero, eso sí, el coche no ofrece la mejor respuesta cuando nos adentramos por pistas y similares. Cuesta, según el portal quecochemecompro.com, 39.145 euros.
Lo mismo, pero en versión eléctrica
El Mercedes EQA, en realidad, no deja de ser la variante eléctrica del GLA. Comparten componentes y muchos rasgos de diseño y, por tener, tienen hasta parecidas dimensiones: los 4,41 metros del GLA se convierten en 4,46 en el EQA y el maletero, eso sí, es notablemente más pequeño en el coche eléctrico: 340 litros. La versión menos potente ofrece 190 CV y la más poderosa, 292 CV. La autonomía es amplia: hasta 530 kilómetros en las versiones top de gama. En poco más de media hora, además, recargamos la batería en un 80%. El precio, la verdad, es muy alto: 53.795 euros ¿Compensa? A nivel de equipamiento y comodidad, estamos ante dos coches muy similares; pero, si tenemos en cuenta que la gasolina puede llegar a costar 3 euros por cada litro, seguramente la inversión compensa.