No porque una marca cuente con mucho prestigio dentro de la industria eso significa que no cometa errores. Buenos ejemplos de ello son las gestiones que han hecho en los últimos años marcas premium como Mercedes con un tipo de coche que estaba llamado a dominar las carreteras a nivel mundial pero que, al menos de momento, sigue estando a la sombra del resto: los coches eléctricos.
Precisamente fue Mercedes una de las marcas que se aventuró hace ya unos años a asegurar que iba a ser una de las marcas que más iba a apostar por este tipo de motores, y que incluso sus intenciones pasaban por convertirse en una marca cien por cien eléctrica en 2030.
Viendo los malos resultados de ventas de los eléctricos en general y de algunos de sus modelos en particular, ahora la marca ya habla de que su estrategia pasa por que el 50 por ciento de sus ventas en 2030 lleguen de la mano de los EV, una apuesta que muchos siguen viendo demasiado arriesgada.
El Mercedes EQE desaparecerá del mercado
En este sentido, más allá de que en la marca estén trabajando intensamente en el desarrollo de eléctricos con baterías de estado sólido, ya se sabe que van a llegar cambios importantes en su oferta de EV en los próximos tiempos.
“El grupo Mercedes-Benz ha obtenido unos resultados sólidos en un entorno muy complicado gracias a una gama de productos excepcionales y a una estricta disciplina de costes. Para garantizar la competitividad futura de la empresa en un mundo cada vez más incierto, estamos tomando medidas para que la empresa sea más eficiente, más rápida y más fuerte, al tiempo que preparamos una intensa campaña de lanzamiento de productos para varios vehículos nuevos, empezando por el nuevo CLA", apuntó recientemente el CEO de la marca, Ola Kaellenius.
Más allá de las novedades como el nuevo CLA, ya se sabe que el actual EQE, una berlina eléctrica que se sitúa por debajo en cuanto a tamaño del EQS, no va a tener continuidad en el futuro, o al menos no como la conocemos ahora.
Y es que sus ventas no han sido las esperadas y la marca pretende acercar a la nueva versión de este modelo mucho más a la versión de motor de combustión en cuanto a imagen, evidenciando que el adiós de la familia EQ de Mercedes está cada vez más cerca.