La electrificación de coches clásicos es una tendencia en auge que ha transformado todo tipo de vehículos, desde elegantes Rolls-Royce hasta potentes Porsche 911 y Ferrari Testarossa. Pero Nissan ha decidido llevar esta tendencia a un terreno más controvertido al electrificar uno de sus modelos más emblemáticos: el Nissan Skyline GT-R R32, un vehículo que marcó un antes y un después en el mundo de las altas prestaciones.
El Nissan Skyline GT-R R32, conocido como "Godzilla", es una leyenda en el mundo del automóvil. Lanzado en 1989, este coche combinaba un motor twin-turbo de seis cilindros en línea con 280 CV, tracción total inteligente derivada de la competición y un sistema de cuatro ruedas directrices. Su impacto en las calles y los circuitos fue inmediato, estableciendo nuevos estándares para los coches deportivos. Sus sucesores, los R33 y R34, continuaron la tradición, consolidando su estatus como un ícono de la ingeniería japonesa.
Nissan transforma un modelo del pasado en un coche del futuro
El nuevo proyecto, denominado Nissan Skyline R32 EV, ha reemplazado el legendario motor RB26DETT con dos motores eléctricos de 160 kW cada uno, logrando un total de 435 CV y 680 Nm de par máximo. Según Nissan, esta configuración permite replicar la tracción total que hacía único al GT-R original. Sin embargo, esta transformación ha generado un intenso debate entre los puristas y quienes ven en este proyecto una forma de preservar la esencia del modelo en un futuro sin combustibles fósiles.
Uno de los principales retos fue integrar la batería de 62 kWh, tomada del Nissan Leaf NISMO RC02, en el chasis del R32. La batería ocupa el espacio del asiento trasero, lo que ha elevado el peso total del vehículo a 1.797 kilos, 340 más que el modelo original. A pesar de esto, Nissan asegura que han mantenido la relación peso-potencia del GT-R clásico. Exteriormente, los cambios son sutiles: la ausencia de tubo de escape y las llantas, que han crecido de 16 a 18 pulgadas, son los principales indicios de esta transformación eléctrica.
En el interior, el R32 EV combina lo clásico con lo moderno. La instrumentación y la consola central han sido reemplazadas por pantallas digitales que imitan los mandos analógicos originales en diseño y funcionalidad. Aunque se han conservado el volante, la palanca de cambios y el freno de mano, estos elementos ahora funcionan de forma simbólica. Por ejemplo, las levas detrás del volante simulan cambios de marcha, generando incluso pequeñas sacudidas para replicar la experiencia del cambio manual.
Completamente eléctrico, pero con toda la deportividad
Otro aspecto controvertido es el sonido. Nissan ha decidido simular electrónicamente el característico rugido del motor RB26DETT, una decisión que busca mantener la conexión emocional con los fanáticos del modelo original. Aunque muchos aprecian esta intención, otros consideran que es imposible reemplazar la autenticidad del motor de combustión interna.
Este proyecto de Nissan no está destinado a la producción en masa, sino que es un ejercicio técnico que continúa en desarrollo. Sin embargo, su presentación en el Tokyo Auto Salon ha desencadenado un intenso debate. Mientras unos lo ven como un homenaje al pasado, otros consideran que electrificar un icono como el R32 es poco menos que un sacrilegio.