Llama especialmente la atención que una marca con tanta historia y con tanto peso en Europa como es el caso de Ford haya decidido tomar una serie de decisiones en los últimos tiempos que desde luego muchos siguen sin entender.
Y es que, si bien es cierto que la marca americana se ha enfrentado en los últimos tiempos a un mercado muy incierto tras la llegada de los eléctricos y que no es precisamente fácil adelantarse a ciertos acontecimientos en este sentido, Ford ha optado por una estrategia en Europa que muchos no tan solo no consideran errónea, sino que van más allá asegurando que puede marcar el principio del fin de una marca top en las carreteras del viejo continente.
Un buen ejemplo de estas polémicas decisiones han sido las desapariciones en los últimos tiempos de dos de los modelos que más alegrías habían dado a Ford en cuanto a ventas: el Mondeo y el Fiesta.
Es cierto que en el caso de las berlinas la decisión parecía más lógico teniendo en cuenta que este tipo de coches había caído mucho en cuanto a ventas, pero deshacerse del fiesta en un momento en el que los utilitarios con precios asequibles están ganando cada vez más peso en las carreteras europeas puede que sea uno de los mayores errores históricos de la marca.
Ford no dará marcha atrás y se cargará al Focus
Pero ojo porque, como bien saben todos aquellos que están atentos a las novedades del fabricante, parece que en la marca americana no quieren quedarse ahí y quieren ir un paso más allá cargándose también definitivamente a un modelo que ha representado muy bien a Ford en Europa y que, de hecho, sigue siendo una de las compras más racionales en las carreteras europeas: el Ford Focus.
Para intentar justificar su adiós, Jim Farley, CEO de Ford, apuntó que “estamos abandonando el negocio de los coches aburridos para adentrarnos en el de los vehículos icónicos. Siempre hemos competido en el corazón del mercado de los coches de pasajeros, lo que no funcionó demasiado bien para el Mondeo, el Focus y el Fiesta. Eran muy queridos por muchos clientes, pero nunca justificaron una mayor inversión de capital, a diferencia de los vehículos comerciales”, una justificación que muy pocos han entendido.
Así, tras más de 20 años en el mercado, el Focus dirá adiós en este 2025 de las carreteras europeas y, además, sin un sustituto a la vista como ocurre con el Fiesta. Eso sí, la marca cree que apostar por eléctricos como el Explorer o el Capri sí que puede darles mayores alegrías que seguir apostando por modelos con mucho nombre y peso.