En un momento en el que los SUV se han convertido en la principal arma de la inmensa mayoría de marcas importantes en Europa, siguen siendo algunos los fabricantes que están apostando por carrocerías más clásicas como es el caso de las berlinas.

En este sentido, si bien es cierto que las marcas premium nunca han dejado de contar con ellas, muchas generalistas sí que han decidido dejar de apostar por las berlinas, entre otras cosas porque es un tipo de coche que ha perdido mucha cuota de mercado en las últimas décadas. Sin embargo, en Skoda, todo un referente con este tipo de modelos, siguen evidentemente apostando por ellas, ya sea de la mano del Octavia como de su hermano mayor, el Superb.

 

Un Skoda Superb que acaba de llegar al mercado con su cuarta generación haciendo evidente la increíble evolución que ha tenido este fabricante en los últimos tiempos, pasando de ser una marca con poca cuota de mercado y con modelos sencillos a ser un fabricante cada vez más importante en Europa y con modelos que en algunos casos no se alejan precisamente mucho de modelos premium.

El Skoda Superb sigue siendo una referencia, aunque tiene algunos ‘peros’

En el caso de esta cuarta generación, el Superb sigue apostando por la receta que tantos éxitos le ha dado a la largo de los años, y esa no es otra que la de convertirse en una berlina perfecta para aquellas familias que necesitan mucha habitabilidad, mucho espacio de carga con un maletero de casi 650 l, siendo un coche perfecto y muy cómodo para viajar largas distancias y que cuenta con una amplia gama mecánica, tanto con opciones de gasolina como con opciones diésel.

Muy bien equipado de serie, con un nivel de calidad de materiales que lo aleja de las marcas generalistas y las cercanas marcas premium, con mucha tecnología gracias a formar parte del grupo Volkswagen y con las características habituales de este modelo, sí que es cierto que hay algunos inconvenientes a la hora de ir a por uno de ellos.

 

El primero de ellos es el precio, sobre todo en algunas versiones que cuentan con un buen nivel de equipamiento, entre otras cosas porque este modelo puede acabar teniendo un precio de unos 45.000 €, un precio impensable para un Skoda hace apenas unos años.

El segundo de ellos es que, si bien es cierto que este modelo cuenta con versiones con tracción a las cuatro ruedas, cabe tener en cuenta que este sistema no lo convierte precisamente en un modelo apto para circular en según qué terrenos, sino más bien para tener un control mucho más eficiente en el coche en todo momento, por lo que en este sentido sí que es cierto que está un escalón por detrás de algunos SUV.