Como bien saben todos aquellos conductores que tienen la intención de comprarse un coche nuevo, la inflación de los últimos tiempos en la industria del automóvil ha sido tan evidente que hoy en día el presupuesto para hacerse con un modelo nuevo es bastante más elevado que el que era necesario hasta hace no mucho.
No es casualidad entonces que, al menos en mercados como el español, marcas low-cost como Dacia o MG están teniendo cada vez más protagonismo, o que fabricantes como Toyota, que basan en su fiabilidad la inmensa mayoría de sus ventas, estén ganando también mayor cuota de mercado.
Por lo que se refiere a las marcas generalistas, fabricantes como Renault siguen teniendo a la venta modelos que, en sus versiones más sencillas y que pueden resumir las erupciones interesantes en lo que se refiere a relación calidad precio, pero cabe tener en cuenta que algunos de sus modelos cuentan con versiones superiores de gama que tienen precios impensables para una marca generalista hace apenas unos años.
El Renault Rafale más top tiene precio de premium
Un buen ejemplo de ello es el Renault Rafale, una de las apuestas más interesantes dentro del catálogo de la marca francesa que no pasa precisamente desapercibida en cuanto a diseño y que acaba de estrenar una nueva versión híbrida enchufable que se convierte en una opción tentadora para aquellos que, eso sí, tengan un presupuesto más que elevados.
Por mucho que llegue con una mecánica PHEV de 300 caballos de potencia unido a una transmisión automática y a una tracción total y que cuenta con una batería que le permite tener más de 100 km de autonomía 100 × 100 eléctrica, no son pocos los que han seguido han quedado con la boca abierta al saber que esta versión tiene un precio de más de 50.000 € en su versión normal y de más de 55.000 € con el acabado más top.
Si bien es cierto que en los dos casos se puede rebajar unos 7.000 € su precio contando con las ayudas del plan del gobierno que busca incentivar las ventas de coches eléctricos e híbridos enchufables, sigue siendo un precio exageradamente alto para un modelo de Renault, o al menos teniendo en cuenta el tipo de conductor al que siempre ha ido dirigido a la marca francesa.