A diferencia de lo que ocurría hace ya muchos años, cuando cada marca importante en Europa tenía sus propios sistemas de desarrollo y sus propios motores y modelos, hoy en día la inmensa mayoría de marcas en Europa pertenecen a un gigante automovilístico, por lo que es muy habitual que modelos muy diferentes en lo que se refiere al apartado estético sean idénticos en lo que se refiere al apartado mecánico y a su plataforma.

Un buen ejemplo del ello es lo que ocurre con dos de los modelos más importantes para Opel y Citroën, dos marcas que forman parte del gigante de la industria europea Stellantis: el nuevo Frontera y el nuevo C3 Aircross.

 

En los dos casos estamos ante una apuesta interesante tanto por parte de la marca alemana como por parte de la marca francesa, entre otras cosas porque se trata de un SUV de un tamaño medio que se queda por debajo de los 4,5 m de largo y que se convierte en una opción familiar ya que en un futuro no muy lejano llegarán también versiones, hasta siete plazas.

El Citroën es más barato, pero el Opel cuenta con etiqueta ECO

Dos modelos que comparten plataforma y opciones mecánicas, aunque cabe destacar que cada marca ha buscado diferencias de la otra a través de sus equipamientos, evidentemente de su diseño tanto exterior como interior, así como de sus versiones de acceso.

 

Mientras que la versión más sencilla del modelo de Citroën llega con un motor de gasolina de 100 caballos de potencia sin ningún tipo de sistema de hibridación que le permite tener un precio de partida por debajo de los 19.000 €, el Frontera más barato de todos llega con una mecánica también de 100 caballos de potencia pero en este caso con un sistema de micro hibridación ligera, lo que le permite lucir la etiqueta ECO de la DGT. En este caso su precio de partida rondará los 22.000 €, posicionándose un pequeño escalón de la encima del modelo francés.

Siendo como son dos modelos prácticamente idénticos en muchos sentidos, la principal diferencia llegar a nivel de diseño y de equipamientos así como de sus mecánicas de acceso, por lo que, a no ser que hacerse con la etiqueta ECO de la DGT sea algo imprescindible, el Citroën acaba siendo una opción más razonable a ser una opción más barata.